Tras la anulación del decreto por el que el Gobierno intervenía Vicentin por dos meses, Alberto Fernández manifestó que no se lograron los objetivos por la imposibilidad de acceder a datos concretos sobre las deudas del grupo empresario: “Todavía no pudimos saber qué pasa con Vicentin. Los datos de los acreedores son preocupantes”, expresó. El mandatario criticó a quienes “instalaron la idea de que somos expropiadores seriales” y buscó marcar diferencias con el macrismo: "Para rescatar a los directivos de Vicentin estuvo el gobierno anterior. Yo no quiero estatizar deudas privadas ni salvar accionistas". 

El Presidente, quien denunció a la Justicia de Reconquista y al directorio de la firma por complicidad en el ocultamiento de datos, señaló que “en Vicentin había un entramado de sociedades impresionante y teníamos que ver el vínculo que había entre ellas”, pero dijo que pese a la intervención “los 60 días que nos tomamos para ver cómo encarar lo de Vicentin se nos fueron y todos los datos que tenemos son de activos que cubren solo un tercio de la deuda que tienen”. Asimismo, ratificó la intención de “rescatar a la empresa y ponerla al servicio de la Argentina” y dijo que tener una empresa testigo “permite ver dónde se hacen las picardías”.

La derogación del DNU de intervención de Vicentin que vencía el 8 de agosto.