Silvina Batakis, quien asumió en reemplazo de Martín Guzmán, sabe internamente que enfrentará semanas difíciles frente a los reclamos de las centrales obreras y movimientos sociales. La escalada del dólar y el índice de inflación de junio -que se conocerá este jueves- son las principales preocupaciones en el Palacio de Hacienda, dado que los salarios y los planes son los más golpeados por la subida de los precios.

Por otro lado, la flamante ministra anunció este jueves sus primeras medidas, que apuntan en su mayoría a garantizar el equilibrio fiscal, con un ahorro de $ 600.000 millones, a la vez que prevé ampliar el congelamiento de ingreso de personal a todos los organismos del Estado Nacional. "No vamos a gastar más de lo que tenemos", señaló Batakis y así echo por tierra un futuro aumento de los programas sociales o incluso un posible salario básico universal.

En este escenario, el Polo Obrero anunció la profundización de su plan de lucha, con una masiva movilización a Plaza de Mayo, prevista para este jueves, en reclamo por la entrega de un bono de $20.000 para trabajadores precarizados. Mientras que el sector de MST-FIT Unidad se unirá a la acción piquetera. "Fue un claro mensaje a los mercados y las grandes empresas. No habló de aumentar salarios ni jubilaciones sino de 'cumplir las metas acordadas con el FMI', o sea incumplir con el pueblo trabajador. La derecha y hasta Milei pueden aplaudir a Batakis, con sus planteos de 'hacer eficiente el gasto del Estado' y 'congelamiento de la planta' de personal", dijo la dirigente Celeste Fierro

El sector de Juan Grabois tampoco se quedará de brazos cruzados y realizará una asamblea el día miércoles y se sumaría a la marcha. "Me hizo acordar a la catequesis, al credo. 'Creo en el equilibrio fiscal, salvador del cielo y de la tierra. Creo en el Fondo Monetario'. Un credo. Cree. Me parece lindo creer en dios, en el amor, pero creer en medidas de la ortodoxia económica es por lo menos cuestionable", criticó el referente del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) tras los anuncios de la cartera de Economía.

Desde el lado de Grabois ya descartan que el denominado "salario básico universal "pueda salir desde el Congreso y apuestan a un decreto del Ejecutivo. También planean una segunda marcha a mitad de julio y otra el próximo 7 de agosto, en ocasión del Día de San Cayetano.

Por su parte, la CTA de los Trabajadores, conducida por Hugo Yasky, iniciará "una serie de movilizaciones en todo el país para pelear por en salario básico universal, por el impuesto a la renta extraordinaria y para que la deuda la paguen los que la fugaron", según informaron.

"La ministra Batakis eligió hoy dar señales al mercado. Dejó de lado las otras señales, que nuestro pueblo está aguardando, y que  quienes formamos parte del Frente de Todos y representamos los intereses de los trabajadores y jubilados, vamos a reclamar de distintas maneras, hasta que logremos una recomposición de los salarios, que por la urgencia tiene que ser a través de un aumento de suma fija", dijo Yasky, quien fue uno de los diputados en oponerse al acuerdo con el FMI.

En la misma línea, Pablo Micheli, Secretario General de la CTA, afirmó que esperan "otra cosa" de Batakis y que "el Gobierno tendrá que escucharlos en la calle". “Es fundamental el Salario Básico Universal y con estas declaraciones cada vez estamos más lejos", aseveró en diálogo con Radio AM 530 y añadió: "Estamos convocando asambleas en distintos lugares del Gran Buenos Aires para hacer una gran movilización”.

Las primera medidas de Batakis también generaron dudas dentro de la Confederación General del Trabajo (CGT). Este martes se reunirá el consejo directivo para definir una marcha contra los formadores de precios, aunque advirtieron que los anuncios del Gobierno anticipan una ajuste.

"Esto que salió hoy todavía no fue analizado, pero evidentemente contiene un ajuste", dijeron desde el interior de la central sindical a Data Clave.

La calma de los mercados se traduce en tensión en las calles. La primera semana con reclamos de la flamante minsitra de Economía. Una prueba de fuego para la gestión de la cartera que dejó Martín Guzmán en medio de críticas internas.