Este domingo comenzó el año electoral con dos platos fuertes: Las elecciones de Rio Negro y Neuquén. Cada una de ellas elegirá nuevo gobernador, intendentes y legisladores provinciales.

En Rio Negro, donde el senador nacional Alberto Weretilneck buscará volver a ser gobernador nacional luego de haber sido elegido por dos mandatos. Se espera una victoria oficialista por amplio margen luego de haber cerrado un acuerdo denominado “el gran acuerdo rionegrino” que incluye a La Cámpora y la UCR, algo que dividió a Juntos por el Cambio.

“Hemos hecho un acuerdo federal, se discuten temas provinciales, no tiene incidencia a nivel nacional. Hay que plantear el sentido federal del país, cada uno tiene su idiosincrasia”, dijo el legislador nacional con confianza.

En este punto y ante rueda de prensa, aseguró que “es absolutamente necesario que se de a nivel nacional un consenso similar”, y sentenció: “Es necesario un gran acuerdo nacional”.

En cuanto a la relación con el gobierno nacional afirmó que “siempre tiene puntos para modificar” y adelantó discusiones por las de las represas del río Limay que están por vencerse. Además, aseguró que el tema tarifas de servicios eléctricos y de transporte siempre “son puntos a discutir”.

“Tenemos una oportunidad muy importante con Vaca Muerta, complementar la enorme tarea que están haciendo los neuquinos. Rio Negro tiene que acompañar”, sostuvo Weretilneck.

En Neuquén, el candidato del Movimiento Popular Neuquino, Marcos Koopmann, sufragó a los pocos minutos de comenzado los comicios. “El único partido que garantiza la autonomía de Neuquén es el MPN, sin depender del centralismo”, aseguró el candidato oficialista. En cuanto a la participación de dirigentes nacionales en la elección, dijo que les da “más fortaleza” porque demuestra la autonomía que expresa el MPN.

Marcos Koopmann, ingresando a votar
Marcos Koopmann, ingresando a votar

“Las últimas encuestas nos muestran un crecimiento muy positivo, se va a ver reflejado en las urnas”, apuntó Koopmann y agregó: “se ve en el crecimiento exponencial de la infraestructura provincial”.

El candidato del partido que gobierna hace 60 años evitó entrar en problemas con su ex compañero de partido y candidato Rolando Figueroa. “Que cada uno opine de las decisiones que tomo, nosotros hablamos de las nuestras”, remarcó.

El actual diputado nacional puede dar el batacazo y desbancar al oficialismo neuquino que gobierna la provincia desde 1962. “Por primera vez el oficialismo va a perder las elecciones”, dijo Figueroa anticipando un resultado que podría ser inedito en estos 40 años desde la vuelta de la democracia, el fin del MPN gobernando de manera consecutiva.