Patricia Bullrich habría aceptado la oferta de Javier Milei de volver a conducir el Ministerio de Seguridad desde el 10 de diciembre. La ex candidata presidencial había dicho que no quería regresar, pero finalmente decidió hacerlo sobre la base de la necesidad de afianzar la alianza política con La Libertad Avanza, que había entrado en una nebulosa ante la ausencia de propuestas a macristas y bullrichistas de sumarse al gabinete.

Con Mauricio Macri de viaje en Arabia Saudita, aunque en contacto telefónico permanente, las negociaciones entre libertarios y “halcones” del PRO entraron en una nueva fase de definiciones, que incluye la cartera que ya fuera ocupada por la titular del PRO.

Confirman desplazamiento de Villarruel y reaparece Patricia Bullrich como posible ministra de Seguridad

El presidente electo debe resolver un tema clave de su futuro gobierno: quiénes serán los responsables políticos de Seguridad, Defensa e Inteligencia. Un área que iba a ser supervisada por Victoria Villarruel, pero que ahora fue desplazada y sólo cumpliría su rol como vicepresidenta y titular de la Cámara de Senadores.

Fueron Guillermo Francos, futuro ministro del Interior, y Nicolás Posse, futuro jefe de Gabinete, quiénes se reunieron el martes con Aníbal Fernández, actual ministro de Seguridad, para comenzar el traspaso entre el gobierno saliente y el entrante.

Esas presencias confirman que no será Villarruel, como se pensaba, quien manejará la Seguridad de la próxima administración. Se presume que Seguridad pasará a ser una Secretaría y quedará bajo la órbita del ministro del Interior. Pero aún no se conoce quién será el secretario que tendrá cargo el maneja de las fuerzas federales de seguridad.

Lo llamativo es que en la reunión con Aníbal Fernández estuvieron Juan Carlos Hernández y Osvaldo Matto, jefe y sub jefe de la Policía Federal Argentina (PFA) y el comisario general Luis Alejandro Rolle, quién sería el futuro titular de la fuerza, dijeron a Data Clave fuentes que conocen esas internas.

Llama la atención que por caso, ya haya un jefe “designado”, pero no el funcionario político a cargo. Se entiende que el nuevo gobierno va tener que lidiar desde el primer día con protestas callejeras, debido al brutal recorte que anuncia el nuevo presidente. Y alguien tendrá que conducir a las fuerzas, dar a conocer un protocolo sobre cómo se deberá actuar, y además poner la cara ante los medios.

Antes de las elecciones del domingo Villarruel había mantenido contactos por ejemplo, con funcionarios de la CIA, la central de inteligencia norteamericana, que reportan en la embajada local. Hubo un intermediario para ese encuentro y se conversó sobre el futuro. Ahora esos funcionarios norteamericanos no tienen en claro qué es lo que pasa y que informes debe enviar a la central.

En esa línea, sigue la danza de nombres para ocupar la titularidad de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). En su momento se dijo que Villarruel había conversado con Miguel Ángel Toma para que volviera a ocupar ese lugar.

Pero ahora se habla de otros candidatos. Las fuentes consultadas por Data Clave dicen que uno de los candidatos es el brigadier Jorge Antelo, quien ya se habría reunido con Villarruel y el propio Milei. Pero también se menciona como futuro jefe al abogado Bruno Tomaselli, quien también estuvo en Aeropuertos Argentina 2000, la empresa de Eduardo Eurnekian.

En ese grupo trabajaron tanto Milei como Posse, por lo que de confirmarse la designación de Tomaselli cobra más peso el grupo de exejecutivos de la Corporación América en el gobierno del presidente de ultraderecha.

Tampoco está resuelto quién será el ministro de Defensa. Se sostiene que Villarruel habría hablado con Vicente Massot, el abogado extitular del diario bahiense La Nueva Provincia, quien meses atrás fue sobreseído en una causa por la desaparición de dos trabajadores de de la empresa, Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, durante la dictadura militar.