Las PASO dejaron la sorpresa del diputado Javier Milei como candidato más votado con lo que La Libertad Avanza de mínima tendrá una fuerza considerable en el próximo Congreso y puntualmente, en la Cámara de Diputados.

Según los guarismos de las PASO y siempre si se repitiera un escenario similar, el bloque de La Libertad Avanza pasaría de los 2 actuales a 40 escaños en la Cámara baja. Estaría por detrás de Juntos por el Cambio, que quedaría como primera minoría con 106 o 107 diputados y de UxP que podría quedarse en una cifra que ronde los 92 o 94 bancas.

El avance del bloque de Milei en Diputados no es menor, es una suma inimaginable para una fuerza que participó sólo de dos elecciones nacionales. Sin embargo, estará en tercer lugar. El resto de las bancas se la llevan la Izquierda con 5 y bloques federales que sumarían 8 sostenidos por la elección en Córdoba, Misiones y Rio Negro.

Por su parte, en el Senado el peronismo no tiene un escenario tan catastrófico. Es que se renueva la magra elección de 2017, de los 31 que tiene en la actualidad podría retener 31. El que pierde es Juntos por el Cambio que de los 33 actuales podría pasar a 27, perdiendo las mayorías que tenía por ejemplo en la Provincia de Buenos Aires, donde Esteban Bullrich le había ganado a una lista encabezada por Cristina Kirchner.

¿Quién se queda con el control?

Esto expone un escenario de un Congreso que será repartido en sus dos Cámaras y con posibles mayorías distintas en cada una de ellas. El peronismo podría sostener su autoridad sobre el Senado pero Juntos por el Cambio reclamaría la presidencia de Diputados. “No le podes dejar a Milei con 40 diputados y 8 senadores la presidencia de las dos Cámaras, por aritmética y pura y para tener algo de control”, afirmó a Data Clave una fuente con acceso a un histórico despacho en el palacio legislativo.

Hay una comisión que puede ser clave y que hasta ahora nunca entró en la especulación electoral dado que el ganador siempre tuvo poder de bloqueó. La comisión de Juicio Político, actualmente en funciones luego de muchos años en un proceso contra la Corte Suprema. Allí, los oficialismos que vienen gobernando siempre tuvieron control o número necesario para imponerse en el recinto.

Es que para que un juicio político avance se requieren los dos tercios de los votos. ¿Pero qué pasa si Milei solo cuenta con 40 diputados propios y solo 8 senadores? Tendrá siempre abierta la posibilidad de que puedan movilizar pedidos de juicio político en su nombre. Una máxima parlamentaria que se repite en los últimos años para los presidentes: “un juicio político no se le niega a nadie”.

En la región se ha visto, como en otros formatos y con diferencias de funcionamiento interno, han avanzado enjuiciamientos vía el parlamento para presidentes votados en elecciones libres. El caso de Dilma Roussef en Brasil y Pedro Castillo en Perú son los ejemplos. Es especulación, pero los números estarán en un hipotético gobierno de La Libertad Avanza y si no consigue acuerdos parlamentarios sólidos, será una presión latente.