El empresario Leonardo Peiti, quien en calidad de "arrepentido" colaboró con el arresto de un exfiscal rosarino acusado de cobrar sobornos para permitir actividades ilegales, fue detenido hoy en Rosario en el marco de una causa por juego clandestino en la ciudad santafesina de Rafaela, informaron fuentes judiciales.

Peiti fue apresado este jueves en su domicilio durante un operativo policial. El empresario está acusado de encabezar una serie de mesas de juego clandestino en el departamento de Castellanos, y entre mañana y el sábado será sometido a la audiencia imputativa, donde se detallarán los cargos en su contra.

La detención de Peiti se produjo por orden de los fiscales de Rafaela Gabriel Lema y Rafael Guillermo Loyola, y fue concretada por agentes del Organismo de Investigaciones y de las Tropas de Operaciones Especiales, en uno de los 24 allanamientos ordenados.

Las intervenciones en domicilios se dividieron entre distintas localidades de la provincia, a fin de desbaratar a los principales miembros de la organización que, según la investigación, lidera el empresario.

El operativo se dispuso en el marco de una investigación por juego clandestino en Santa Fe y, además de Leonardo Peiti, hubo otros cuatro detenidos, entre ellos Esteban Peiti, hermano del empresario.

Leonardo Peiti es un hombre ligado al juego desde hace tiempo en Santa Fe, que reconoció tener a su cargo además dos casinos en Formosa, y licencia de juego online en Paraguay.

El año pasado, la declaración de Peiti fue clave para que se produzca la detención del exfiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, quien fue condenado en 2020 por aceptar coimas de la organización para permitirle desplegar actividades de juego de manera ilegal.

En aquella oportunidad, Peiti en calidad de “arrepentido”, acusó a Serjal de pedirle dinero a cambio de protección judicial, para que funcionen sus mesas de juego sin ser puesto bajo la lupa de la justicia.

Además en sus declaraciones, el hombre ligado al juego apuntó al exfiscal Gustavo Ponce Asahad, al reconocer que pactó el pago de sobornos a cambio de información y protección. Es que según afirmó el propio Peiti, Ponce Asahad -quien también fue detencdo el año pasado- le ofrecía ayuda por una investigación en curso contra el empresario, que llevaba adelante la fiscalía de Melincué.

“Este fiscal se entera de que había un inconveniente conmigo en Melincué, entonces me cita en un bar para informarme que podía haber un problema y que podía ser muy doloroso para mí”, contó Peiti en una entrevista a Canal 3. Y añadió: “Yo le daba en pesos una suma equivalente a unos cuatro mil dólares mensuales. Así pasé de ser víctima, a ser un extorsionador”.

En tanto, el pasado 25 de febrero, el juez Juan Carlos Leiva le concedió a Serjal el beneficio de la prisión domiciliaria al considerar que corría peligro su vida y su salud mental a partir del cuadro psiquiátrico que desarrolló durante el encierro.