Es verdad a medias que los años impares baja la cantidad de sesiones en el Congreso. Es cierto que las elecciones presidenciales impactan de lleno y también las de medio término, pero no siempre ha sido así. Hay casos para todo. El 2019 fue un año récord por la negativa pero el año 2017 de Cambiemos fue muy productivo en términos legislativos, siendo superior al 2018 en donde la crisis económica hizo estallar acuerdos por el aire.

El 2020 fue un excelente año de producción legislativa y en medio de la pandemia que complicó los primeros meses de cuarentena. Cuando el Congreso adoptó el funcionamiento remoto, la facilidad y el acortamiento de las distancias posibilitó un trabajo récord en ambas Cámaras. Este 2021, con menor velocidad, se mantuvieron las sesiones. Sin embargo, se acerca el clima electoral, y por el receso invernal, ya se sabe que posiblemente no haya sesiones hasta agosto.

Por parte del Senado, después de la maratónica sesión de este jueves, se despacharon los proyectos pendientes pensando en respetar este uso y costumbre. El parate de invierno ya es un hecho. En diputados, dicen que no es algo totalmente confirmado que no haya sesión hasta agosto aunque no se avizora una. Es difícil imaginar una semana con cierre de listas y sesión.

La pausa en el trabajo parlamentario, alcanza no solamente el recinto, sino también el trabajo en las comisiones. Este lunes, la Cámara baja realizó las últimas dos reuniones que tiene programada para esta semana y la otra.  “No está descartado una sesión pero tampoco hay indicios de que vaya a suceder. Vamos a seguir trabajando como hasta ahora”, afirman.

Para agosto, cuando se reanude, a Diputados le quedará pendiente la sanción de la Ley Ovina, el Etiquetado Frontal y el proyecto de cannabis medicinal y cáñamo industrial, las tres con media sanción del Senado. Además, están pendientes las reformas judiciales. 

Del lado del Senado, con las últimas sesiones en las que se adelantaron temas que debían salir con urgencia, tiene todo por ejecutar iniciativas propias. Entre ellas, un proyecto de Oscar Parrilli para suspender el cobro de interés en la mora de servicios públicos y privados.