Los cambios de camiseta en la política dejaron de ser un punto de discusión. El salto de Eduardo Lorenzo Borocotó, el pediatra mediático que se se unió al kirchnerismo luego de ser electo como diputado nacional a través del PRO en 2005, forma parte de un viejo recuerdo. Y la utilización de su apellido como verbo para pasarse de un partido al otro ya quedó desuso. 

Los motivos son claros: los saltos hoy son moneda corriente. Algunos de manera imprevista, otros más trabajados y, también, de aquellos que en los hechos prácticos no suceden pero que funcionan por lo bajo. Lo cierto es que las diversas deconstrucciones del peronismo llevaron a que muchos viejos referentes ya no se identifiquen con las nuevas corrientes internas y se vuelquen a otros partidos.

El caso de Gilberto Alegre es cuanto menos curioso. El intendente electo de General Villegas, un distrito bonaerense ubicado en la cuarta sección, en el límite con La Pampa, Santa Fe y Córdoba, logró triunfar en los recientes comicios con el 43 por ciento de los votos y volverá a sentarse en el sillón local luego de ocho años. Será, en concreto, su sexto mandato local. Con algunas particularidades.

Sucede que Alegre tiene la costumbre de saltar de partidos. En 1983 fue elegido como presidente del PJ local y ese mismo año ya intentó ser jefe comunal. No lo logró. Cayó derrotado con la UCR. No se dio por vencido. Y cuatro años más tarde volvió a la carga, pero el resultado fue el mismo.

En el año 1988, durante la gestión de Antonio Cafiero como gobernador, fue designado Director Provincial de Promoción del Interior, cargo dependiente del Ministerio de Gobierno. Entre el 89 y el 95 fue senador bonaerense por el PJ. Ese año resultó electo como intendente, cargo que revalidó cuatro veces más hasta que en 2013 dio su primer salto para sumarse al Frente Renovador de Sergio Massa con el que accedió a una banca como diputado nacional.

El curioso caso del exintendente del FpV y del massismo que ahora será jefe comunal por JxC

Ya en 2019 y con la intención de poder tener chances concretas de volver al cargo de jefe comunal, Alegre dio un nuevo salto hacia Juntos por el Cambio. Sin embargo, cayó en las PASO ante quien terminó siendo el jefe comunal, Eduardo Campana. Dos años más tarde decidió apoyar a Florencio Randazzo en su aventura para ser diputado nacional a través del frente Vamos para luego, en 2023, volver a presentarse para la intendencia por medio de Juntos por el Cambio.

Ahora Alegre será intendente de General Villegas, aquella localidad que tan bien narró Manuel Puig en "Boquitas Pintadas" (lo llamó Coronel Vallejos), en otra oportunidad. Pero esta vez será distinto a las anteriores ya que, por primera vez, lo hará a través un sello político diferente. Habrá que ver, como en los autos de carrera, cuánto hay de muñeca y cuánto de motor.