Los 27.001 contagios reportados este martes, el número más alto desde la llegada de la pandemia, guardó en silencio a los principales funcionarios del Gobierno. Ese silencio, trasladó la atención a la quinta presidencial de Olivos, donde el Presidente tuvo una jornada muy activa.

Por la tarde y luego de los encuentros previstos con los enviados norteamericanos, Alberto Fernández mantuvo varias conversaciones con sus colaboradores más estrechos y comenzó a delinear la estrategia del Ejecutivo nacional para incentivar a que sean los propios jefes distritales los que asuman el costo político de restringir más actividades o disponer un confinamiento temporario, como ya hizo el intendente de Olavarría, por ejemplo.

"Hay cierto malestar en el gobierno nacional con los excesos de diagnóstico y la falta de controles", dijeron las fuentes consultadas por Data Clave. "En el DNU que Alberto firmó la semana pasada dice claramente que los gobernadores e intendentes están facultados para tomar medidas. Si a alguien se le ocurre que es el presidente el que va a cerrar un shopping o clausurar un restaurante, está equivocado", agregó uno de los funcionarios en diálogo con este portal, en directa alusión a los que no adoptan las medidas necesarias para restringir la circulación de personas. 

El artículo 17 del decreto del viernes pasado facultó a los mandatarios provinciales y al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires “para adoptar disposiciones adicionales a las dispuestas en el presente decreto, focalizadas, transitorias y de alcance local, con el fin de mitigar en forma temprana los contagios por COVID-19 respecto de los departamentos o partidos de riesgo epidemiológico alto o medio”. Dicho artículo habilita a los gobernadores a limitar aún más la realización de determinadas actividades y la circulación por horarios o zonas.

El Gobierno apunta a que los distritos más complicados sean los que decidan mayores restricciones

Desde el gobierno nacional estiman que ya se tomaron las medidas necesarias y que se les dio la potestad a los responsables de cada provincia o municipio para que actúen, en caso de que la situación se desborde, incluso hasta para ampliar las medidas de restricción, de ser necesario.

Tras esas conversaciones que mantuvo Fernández el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, convocó a una reunión de urgencia que en estos momentos está por comenzar en Casa Rosada. Entre los convocados, figuran Matías Lammens (Turismo), Sabina Frederic (Seguridad), Julio Vitobello (Secretario general de presidencia), Carla Vizzotti (Salud), Claudio Moroni (Trabajo), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Nicolás Trotta (Educación), Cecilia Todesca (vicejefa de Gabinete) y Cecilia Nicolini (asesora presidencial).

Si bien los números de esta semana no reflejan todavía el impacto de las restricciones anunciadas hace seis días, el gobierno tiene el objetivo de achatar la curva de contagios para poder avanzar con la vacunación de los sectores más vulnerables. Y para ello, necesita una vez más ganar tiempo, ya que el proceso inmunizatorio depende de la llegada de más dosis cuyas fechas de arribo no han sido confirmadas por los laboratorios proveedores.

El Gobierno apunta a que los distritos más complicados sean los que decidan mayores restricciones

Tras conocerse el parte epidemiológico que marcó un nuevo récord de contagios, el diputado oficialista Leopoldo Moreau, reclamó enfáticamente que se "suspenda la presencialidad escolar por cuatro semanas". El pedido contradice lo anunciado por el titular de la cartera educativa, Trotta, quien esta mañana, en declaraciones radiales, afirmó que "no está previsto de momento el cierre de las aulas".

Según los funcionarios con los que pudo conversar este portal, la finalidad es "seguir las recomendaciones del comité de expertos que este lunes sugirieron la posibilidad de un confinamiento más severo, por un período acotado de tiempo", que podría variar entre las tres y las seis semanas. Estos expertos advirtieron respecto a que “la segunda ola no es más de lo mismo, el escenario no es igual, las nuevas variantes hicieron estragos en otros países. Es casi una ´nueva pandemia´”. 

La sugerencia de los especialistas sobre mayores restricciones pero con un plazo previamente delimitado va en línea a lo reclamado por algunos de los intendentes del Gran Buenos Aires, que exigen un cierre por “catorce días”, preocupados por la saturación en hospitales y sanatorios. 

El número de ocupación de Unidades de Terapia Intensiva ha ido in crescendo sin tregua en los últimos días. Según la información epidemiológica que publica el Ministerio de Salud, la ocupación en el AMBA es del 70%, pero este número sólo considera hospitales públicos. Son varios los municipios que trabajan en la derivación de pacientes hacia otros distritos. 

Respecto a esta situación, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, precisó que no colapsó el sistema de salud lo que estamos viendo es un aumento acelerado de casos que impacta en el aumento de la demanda espontánea tanto para consultas como atención y está aumentando también la internación en clínica y terapia intensiva”

Además, la titular de la cartera sanitaria aseguró que “lo que pasa también es que se encuentra al sistema salud dando respuestas a patologías no covid que habían sido postergadas en 2020, se está trabajando con muchísima coordinación entre las jurisdicciones y los subsectores de la seguridad social y el sector privado para priorizar la atención de las personas covid positivo”.

Este miércoles Vizzotti brindará una conferencia de prensa para repasar la situación epidemiológica y responder preguntas a los periodistas presentes.