Tras cumplirse 40 años de la guerra de Malvinas y en el medio del conflicto internacional por la invasión a Ucrania, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, cuestionó la doble vara del Reino Unido al condenar el accionar ruso, pero al mismo tiempo "negarse a una la mesa de negociación" sobre las islas.

“El gobierno inglés ha sido quizás uno de los gobiernos que con mayor vehemencia ha condenado la violación de la integridad territorial de Ucrania por parte de Rusia -y es muy bueno que lo haga”, dijo Carmona en una entrevista con The Telegraph.

El secretario sostuvo que en ambos casos se trató de un acto militar ilegal del territorio soberano de un Estado por parte de otro. “Pero lo que está ocurriendo es que el gobierno británico, al mismo tiempo que condena la violación de la integridad territorial ucraniana, ha mantenido persistentemente, por 189 años, una violación de la integridad territorial de Argentina”.

El canciller Santiago Cafiero también había señalaron que “Argentina y el Reino Unido no han podido retomar un diálogo sustantivo para resolver la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y áreas marítimas circundantes, a pesar del llamado hecho por la comunidad internacional a través de resoluciones de la ONU”.

“Tenemos un mandato claro a nivel constitucional. La Constitución argentina subraya dos aspectos importantes de ese mandato: afirma que la recuperación de la soberanía es un objetivo inalienable del pueblo argentino, y también afirma que debemos buscarla únicamente por medios pacíficos, de conformidad con el derecho internacional y respetando la forma de vida de los habitantes de las islas”, afirmó Cafiero en una entrevista con The Guardian.

Desde Cancillería también cuestionan que se mantenga una importante base militar en el Atlántico Sur, donde realiza ejercicios militares periódicos en la zona en disputa y mantiene restricciones a la venta de artículos militares de doble uso a Argentina.

Sobre esta última cuestión, Carmona acusó al Reino Unido de convertir a las Malvinas en “una de las zonas más militarizadas del mundo", y añadió: “Uno tiene la impresión de que el gobierno británico actúa como si no hubiera democracia en Argentina”.