El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, declara en forma presencial en el caso que tiene como principales acusados a la vicepresidenta Cristina Kirchner y al empresario Lázaro Báez, por presuntas irregularidades en la obra pública. El mandatario llegó pasada las 9:30 a los Tribunales de Comodoro Py. Ingresó escoltado por la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, y el diputado nacional Eduardo Valdés.

El jefe de Estado fue convocado por haber sido jefe de Gabinete de CFK cuando era presidenta de la Nación y en ese rol intervenía en la redistribución de partidas presupuestarias, entre ellas de la obra pública, uno de los temas que se investiga en el juicio.

“Me llama mucho la atención esta causa, son decisiones no judiciables”, dijo el presidente al contestar una de las primeras preguntas que le realizaron como testigo.

En tanto, Fernández aseguró que “no existe ninguna norma que defina cómo se distribuye el gasto en obra pública en el Presupuesto. Es una decisión de carácter política no judiciable. Y esas decisiones que se están discutiendo en materia de Presupuesto no pueden ser arbitrarias”.

Y disparó: “Hay una suerte de fantasía de que acá se juntaban dos o tres personas y decían mandémosle plata a alguien. En los hechos es imposible que eso pasara. Eso es lo que me llamó más la atención de este juicio. Cuando vi el procesamiento de Cristina me llamó la atención”.

“Los criterios de asignación tienen que ver con las necesidad de cada jurisdicción. No hay una regla que dice: a cada provincia le toca tal cantidad de dinero en función de los habitantes que tiene. No hay una regla que diga cómo se distribuye el dinero de la obra pública”, añadió.

Asimismo, el mandatario negó haber recibido ordenes del por entonces presidente Néstor Kirchner para beneficiar con fondos públicos “a la provincia de Santa Cruz ni a ninguna otra provincia”, o a algún empresario en particular.

A lo largo de la audiencia se dieron varios contrapuntos y chicanas entre el fiscal Diego Luciani y el Presidente. El letrado le preguntó por las declaraciones que hizo antes de ser presidente sobre Cristina y las causas, lo que generó un tenso intercambio. También se registraron varias discusiones incluso entre abogados sobre cómo hacer las preguntas.

En otro tramo, la fiscalía le preguntó al presidente Fernández si conocía a Lázaro Báez y respondió que lo había visto sólo una vez en El Calafate y que tuvo un diálogo mínimo y que nunca más lo vio, ni en la Casa Rosada ni en la quinta de Olivos.

Tras dos horas dentro de Py y luego de varios momentos de tensión entre el tribunal y las partes, Alberto culminó su testimonio. El juicio retomará el próximo 21 de febrero con la declaración de Sergio Massa, actual presidente de la Cámara de Diputados.