Emmanuel Ferrario es vicepresidente 1° de la Legislatura porteña y anunció oficialmente su precandidatura para competir por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Es uno de los dirigentes más jóvenes de la gestión PRO en el distrito porteño y es una de las personas de máxima confianza de Horacio Rodríguez Larreta, quien competirá por las elecciones presidenciales de 2023 y dejó el juego abierto para que sus dirigentes compitan por la sucesión en la Ciudad.

En una entrevista con Data Clave, Ferrario da a conocer su agenda política, su visión de qué hay que hacer en la Ciudad de Buenos Aires y aseguró que, aún con la competencia interna, la unidad dentro de Juntos por el Cambio "está garantizada".

Data Clave: ¿Qué te dejó la última apertura de Sesiones Ordinarias de Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno porteño?

Emmanuel Ferrario: Horacio mostró en su discurso que las transformaciones sostenibles son posibles. Hizo un balance de la gestión de la Ciudad en estos 16 entre los primeros ocho de Mauricio y los ocho de él. Dejó en claro que es posible gestionar desde la conformación de equipos y el contacto directo con el vecino para atender las demandas. También hizo referencia a que esto es la base de un plan a futuro en CABA y contó cómo esto que se logró en la Ciudad se traslade al país, es decir que tenga objetivos federales.

Tweet de Emma Ferrario

DC: ¿Cómo está la interna del PRO en la Ciudad en cuanto a los candidatos? Además de tu candidatura, está la de Jorge Macri, Fernán Quirós y María Soledad Acuña…

EF: Para mí sería un honor ser jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ya de por sí es un honor construir esta precandidatura, porque nace de la convicción de que necesitamos renovar al PRO en la Ciudad. La renovación que planteo no es generacional, sino de agenda. Mauricio fue la reconstrucción en sus ocho años, Horacio fue y es la transformación y ahora estamos en un momento que es obligatorio pensar en el futuro de la Ciudad y ver qué Ciudad queremos para los próximos 10 años. Yo vengo recorriendo cada una de las comunas y teniendo tres reuniones semanales con vecinos. Noto mucho entusiasmo y muchas ganas por continuar con un gobierno del PRO.

DC: ¿Entendes que haya molestias entre los compañeros por las candidaturas? Es decir, no sé qué tan cómodo pueda estar Jorge Macri con la cantidad de precandidatos que se lanzaron en el PRO.

EF: El PRO tiene cuatro grandes candidatos y cada uno de nosotros está construyendo su precandidatura. Todos estamos mostrando nuestras agendas y habrá tiempo para decidir quién de los cuatro será el mejor para representar al partido en la Ciudad. Yo me llevo muy bien con ellos tres, compartimos gabinete y coincidimos en actividades.

DC: Te llevo a una de tus principales propuestas que presentaste con Horacio, que es la iniciativa de Listas Abiertas para que se sumen al PRO voluntarios que no provengan de la política. ¿Cuál fue el resultado?

EF: El año pasado lanzamos el proyecto y se conoció también como “¿Te votarías?”. Se anotaron casi 16.500 personas y estamos en la anteúltima etapa. Esta semana quedaron seleccionados los últimos 200 de un proceso que es muy riguroso. Hay entrevistas presenciales, virtuales y grupales. Tuvieron que entregar propuestas para la Ciudad y sus currículums. Es un proyecto que busca que todos los vecinos que no hayan sido funcionarios o candidatos se postulen para ser parte de la nueva dirigencia del PRO en la Ciudad. De estos casi 16.500, 34 van a formar parte de las listas para legisladores o comuneros.

Tweet de Emma Ferrario

DC: ¿Vos fuiste convocado por el PRO de una forma parecida, no?

EF: Es muy cierto. Yo vengo de una familia que no tiene nada que ver con la política, de hecho era muy anti-política. En mi familia la política era mala palabra. Me vinculé con el PRO a través de LinkedIn, vi que había una búsqueda, mandé un mail y después me terminaron contactando. Incluso el propio Horacio me terminó entrevistando (se ríe). El PRO es esto, es dar oportunidad a todas aquellas personas que tengan ganas, que estén preparados y tengan compromiso y vocación. Por eso presenté la idea de Listas Abiertas, porque es volver un poco a mis orígenes y reivindicar ese tipo de política.

DC: Te sacó un poco de la Ciudad para hablar de lo que pasó en los últimos días en Rosario. ¿Cómo viste todo lo que pasó y a qué se debe la politización del caso?

EF: Lo que se ve en Rosario y en algunas partes del Conurbano es que es muy grave el avance del narcotráfico. Me preocupa por las víctimas fatales, porque es una situación de una gravedad extrema. Es indignante la inacción del Gobierno nacional al respecto. Tenemos a un ministro que dice que los narcos han ganado la batalla. Imaginate qué sensación de desamparo deja a todos los argentinos esa respuesta. Lo fundamental de todo esto es querer dar la batalla y animarse, no hay que ser observador o analista de la situación.

DC: ¿Cómo afecta esto a la interna del PRO? Se nota que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich muestran muchas diferencias metodológicas. ¿Qué opinas al respecto de esta pelea entre los candidatos?

EF: La unidad en nuestro espacio está fuera de discusión. Todos nuestros equipos están trabajando en un plan común. Nuestra energía tiene que estar puesta en eso. No podemos distraernos ni un minuto del plan que tenemos, porque enfrente tenemos al kirchnerismo, un espacio político que está dispuesto a destruir todas las instituciones. Lo que nosotros tenemos que hacer como fuerza de Juntos por el Cambio es prepararnos y estar a la altura si la gente nos elige. Argentina tiene los recursos y el talento para tener un desarrollo sostenible en el tiempo.

DC: ¿Qué te genera que algunos candidatos corran por derecha a Horacio Rodríguez Larreta al tratarlo de dialoguista?

EF: Lo que propone Horacio es profundamente revolucionario para la Argentina. Después de 80 años de peleas, confrontación, odio y griterío entre los políticos, Horacio está diciendo de terminar con esa grita y acabar con la idea de que hay amigos y enemigos. Esto es fundamental. Todo ese griterío lo único que tuvo como resultado es 40 puntos de pobreza y 100 de inflación. Tenemos que plantearnos que el diálogo es necesario y que hay que cambiar la manera de ver las cosas, porque sino no se puede gobernar bien. No se pueden hacer transformaciones de manera transitoria, hay que lograr cambios duraderos.