Las disputas en Juntos por el Cambio se dispararon post elecciones. El PRO logró apaciguar los ánimos en el Congreso pese a la confrontación de los presidenciables y un primer intento por desplazar de la conducción a Cristian Ritondo. Escenario a la inversa en la UCR que debate a cielo abierto qué hacer con la conducción de los bloques. Vieja guardia vs renovación generacional dispararon una tensión in crescendo que puede terminar en una inesperada ruptura.

“Negri es el mejor de nosotros para el Congreso que viene”, expresaron los diputados que apoyan la continuidad del cordobés Mario Negri como titular del bloque UCR en respuesta a Emiliano Yacobitti que tomó la lanza y le puso voz al reclamo de una docena de diputados de Evolución que podrían sumar alguna adhesión hasta llegar a las 15 bancas. Puntualmente, piden otro esquema hacia adentro de la bancada.

El jueves hubo una última reunión entre enviados de las dos partes. Ricardo Buryaile, Miguel Bazze y Karina Banfi por el lado de Negri y Alejandro Cacace, Dolores Martinez y Yacobitti por el otro ala. Los quince diputados firmantes del pedido de renovación reclamaron la presidencia del interbloque para continuar en el bloque radical, algo que por número, corresponde al PRO y que el córdobes no puede garantizar. “Lo único que no se rompe es Juntos por el Cambio”, dejó como premonición la aparición de Yacobitti en América TV.

La sensación que dejó el cónclave en la actual conducción del bloque es que la ruptura podría oficializarse el lunes. En las oficinas que pugnan por la continuidad de la actual conducción desconfían con sorna de una mano oficialista tejiendo por detrás. Por las dudas, ya bautizaron al nuevo posible bloque como “The New Ramones”, por el bloque aliado al Frente de Todos que supo comandar el mendocino José Luis Ramón. El clima caliente en el radicalismo parece a punto de evaporar.

Qué dicen los rebeldes de “Evolución radical”

Entre el puñado de radicales de “Evolución” que levantaron la voz internamente sostienen un planteo sobre la conformación interna del bloque. Creen que luego de las elecciones han surgido nuevos liderazgos y eso tiene que tener correlato en una nueva conformación del bloque. “No solamente es un tema de la presidencia, es sobre cómo se integra el bloque y con las reglas que se maneja”, dijeron a Data Clave fuentes parlamentarias.

Es evidente que hay distintas visiones y un cambio generacional. Negri viene de perder un proceso electoral con el diputado electo Rodrigo De Loredo en Córdoba disparando una tensión que se mantenía latente. “Se cambió la matriz al interior, antes eramos 4 ahora somos 15”, dicen desde el sector de Evolución.  “Esa renovación generacional se tiene que reflejar en el bloque. Tiene que ver con las voces en las comisiones”, disparan.

La idea según los legisladores de Evolución siempre fue “sentarse y negociar” aunque la tensión y las declaraciones cruzadas fueron escalando. La reunión sucedió pero el saldo lejos de acercar posiciones las alejó. “Hoy, las chances de una ruptura y de crear un bloque nuevo crecieron”, dijo un diputado que participó del último cónclave entre las partes.

En el espacio que lidera Martín Lousteau junto a “Coti” Nosiglia y el propio Yacobitti, cayó “fatal” la aparición de Elisa Carrió levantando el brazo de Negri como “ganador” con duros ataques y acusaciones contra el ala rebelde. En declaraciones públicas, calificaron como “extorsiva” la misiva de la líder de la Coalición Cívica. En privado, las consideraciones eran incluso peores y menos diplomáticas.

En concreto, objetan a Negri dos cuestiones puntuales: que lleva cinco mandatos consecutivos como presidente de bloque y que ha perdido una elección interna en Córdoba. “No puede ser un premio consuelo presidir el bloque, en cualquier lugar del mundo perder una elección significa un paso al costado”, sostienen en los despachos que se alzaron por la renovación. Lunes, será un nuevo día de reuniones y una posible resolución se avecina.

El PRO aún no cierra la puerta a discutir la presidencia en JxC

En el bloque radical entienden que está todo dado para que esta vez el interbloque quede en manos del PRO. El apuntado es Cristian Ritondo, actual presidente de un bloque que confirmó sumará más bancas de las que tiene. Es que cambiará su nombre a “Frente PRO” para incluir monobloques provinciales que hasta ahora estaban por fuera.

La decisión se hizo en acuerdo entre los principales líderes del partido, incluidos el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la presidenta del partido, Patricia Bullrich. Con el nombre nuevo, se aseguran sumar al puntano Claudio Poggi de Avanzar San Luis, los sanjuaninos Marcelo Orrego y Susana Laciar, con sello propio provincial y a la misionera Florencia Klipauka, del peronismo republicano de Miguel Ángel Pichetto.

Con esta jugada parlamentaria, el macrismo tendrá 54 bancas propias frente a las 45 que reúne el radicalismo sin ruptura. La superioridad en escaños le otorga al PRO la posibilidad de reclamar el sitio de la presidencia del interbloque. Los radicales lo saben. “Hoy es improbable sostener la presidencia, por lo único que puede quedar Negri es porque es una figura de consenso”, afirman en los despachos correligionarios.

El PRO sólo tiene que lidiar con el veto de Carrió a Ritondo. En eso trabaja puntualmente el jefe de gobierno porteño, sortear ese escollo le dará un lugar clave al “larretismo” en la disputa interna por posicionarse como presidenciable.

Las definiciones en la UCR y en la bancada amarilla tendrán una última instancia el lunes. Ambos bloques harán la reunión interna previa a la jura del día martes. Allí, quedará claro quién ocupa cada lugar.