La interna entre el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, y la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, profundiza la descoordinación entre las fuerzas federales y la bonaerense y agrava la ya crítica situación de la inseguridad en el conurbano.

Son conscientes de esta problemática los ciudadanos, y también los intendentes, que son los Ejecutivos que más contacto tienen con el territorio y que grafican en números la falta de refuerzos para combatir la delincuencia. 

Mientras Frederic elude a Berni y reúne únicamente a intendentes del Frente de Todos para analizar el redespliegue de la Gendarmería, los intendentes de la oposición miran esta escena con desconcierto y fuerte malestar. 

“Lo vemos con mucha preocupación, es muy grave, deja como rehenes a los vecinos. Falta una decisión contundente para que se defina la coordinación y que trabajen juntos los dos ministerios”. El que lo dice -en diálogo con Data Clave- es Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, que ayer le describió esta situación al ex presidente Mauricio Macri y luego a la ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. Valenzuela agrega que le toca enfrentar esta batalla con recursos escasos y poco respaldo, y exige que se resuelva en el corto plazo. 

“La situación es muy crítica”, agrega otro jefe comunal. Esta vez es Gustavo Posse, de San Isidro. La obligación primaria de dar seguridad es de la Provincia, los municipios intervenimos como refuerzo complementario, pero la obligación de la Provincia y están faltando refuerzos”, detalló Posse a este medio. Para argumentar esa tesis, el sanisidrense explica que según los propios informes del Ministerio de Seguridad de la Provincia hoy su municipio cuenta con 257 efectivos de la policía bonaerense patrullando la calle, cuando hace unos meses eran poco más de 300. “A la noche nos cuidan 60 de ellos, el resto es todo del municipio”, agrega.

Lo que motivó el encuentro de Frederic e intendentes era analizar el accionar de las fuerzas federales en el territorio, en particular el de los 4000 gendarmes distribuidos en el Conurbano. 

Los gendarmes suelen permanecer en controles en los márgenes de barrios populares. Pero su accionar es limitado. “El problema que tienen las fuerzas federales es que hay que hacer prevención y para eso es necesario el abordaje y las fuerzas federales no abordan porque nadie los respalda”, explica Diego Kravetz, secretario de Seguridad del municipio de Lanús, en diálogo con Data Clave. Y sintetiza su idea en una línea: “Ninguno se mete en un quilombo si no tiene respaldo político”

Posse grafica esa situación en un episodio que ocurrió en el barrio La Cava, cuando en plena cuarentena del 2020 unos efectivos de la gendarmería fueron denunciados por abuso de autoridad, intimidaciones y vejaciones. A partir de este hecho, marginaron a los gendarmes del barrio, pero un número importante de vecinos juntaron firmas para exigir que vuelvan a estar presentes. “No quieren intervenir porque tienen miedo de que les hagan problema”, dice Posse, en línea a lo que cuenta Kravetz. 

“Estamos sin la provincia y sin actividad por parte de la Gendarmería. El funcionamiento del distrito depende del patrullaje municipal, cuando su función original es de ser complementarios”, señala otro intendente opositor, que opta por mantener la reserva en este delicado conflicto.

A la falta de apoyo y de policías, los municipios deben lidiar con una interna que los excede pero que les impacta en sus distritos. Los intendentes en general señalan que el diálogo con Berni es fluido, y que por una cuestión de supervivencia optan por respaldar a su figura. Pero piden al gobernador Axel Kicillof que resuelva la descoordinación vigente y se respalde a las intendencias con gestos y recursos. 

“¿Cómo está la situación? Como el orto”, cierra otro intendente, que también opta por la reserva.