El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sumó un nuevo responsable para la empresa estatal AUBASA. Se trata de Martín Marinucci, un exfuncionario nacional que hasta hace poco se desempeñó como presidente de Trenes Argentinos en el Ministerio de Transporte que conducía Diego Giuliano.

Se trata de un hombre del Frente Renovador que, incluso, sonó para quedar al mando de la cartera tras la salida de Alexis Guerrera en noviembre de 2022. Marinucci ahora tomará el lugar que dejó el actual diputado bonaerense por la sexta sección, Ricardo Lissalde, quien el 10 de diciembre pasado asumió su banca en la Legislatura bonaerense.

En los últimos días se había generado mucha incertidumbre en torno a quién sería el reemplazante y si el Frente Renovador conservaría el control de un cargo que antes de Lissalde también había sido ocupado por otro dirigente massista como el intendente de General Las Heras, Javier Osuna.

De esta manera, el partido liderado por Sergio Massa continúa con el manejo de un área que responde a la cartera de Transporte que comanda, Jorge D'Onofrio. El ruido interno se había generado producto de quién había quedado al mando desde el pasado 10 de diciembre. Ese lugar, hasta el momento, sigue ocupado por Felipe Vismara, quien fue nombrado en su momento como vicepresidente. 

El funcionario es del riñón del ministro de Gobierno, Carlos Bianco, quien lo puso en su lugar tras haberse desempeñado como director ejecutivo del Estadio Ciudad de La Plata. Pero el massismo se plantó en la necesidad de tener un hombre propio en un área que manejó desde el primer momento.

Kicillof suma otro exfuncionario nacional y el massismo mantiene el control de AUBASA

En las últimas horas, a modo de presión, se reveló que los trabajos para la construcción de la nueva bajada de la Autopista La Plata-Buenos Aires, en la avenida 520, detrás del Mercado Regional, se vieron paralizadas debido a la no conducción de la empresa estatal. Con la llegada de Marinucci, quien tiene una vasta experiencia política en Morón donde fue concejal desde 2013, el “pago” político parece saldado.