La renuncia de Patricia Bullrich a participar en las próximas elecciones impactó de lleno en la puja interna del PRO. La noticia alivianó la disputa en la Ciudad de Buenos Aires, donde le cedió el terreno a la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, como parte del armado de Horacio Rodríguez Larreta, pero también caló hondo del otro lado de la General Paz.

Y es que más allá del abanico de alabanzas por su decisión, los intendentes del ala dura del PRO, liderados por Jorge Macri, recibieron la noticia como un cross a la mandíbula en la disputa bonaerense frente al vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli.

Diez días después del desembarco de Bullrich en la Provincia, para realizar una selfie junto al jefe comunal de Vicente López, y la segunda plana de alcaldes bonaerenses, el anuncio de la exministra de Defensa provocó un fuerte cimbronazo.

“Creíamos que era la gran candidata a y apuntábamos a eso, pero nos enteramos por los medios de su renuncia”, le dice a Data Clave un armador que responde a Macri. Y agrega: “Teníamos el ruido del fin de semana, pero aceleraron desde Uspallata. Hubo una mala comunicación”.

La pelea interna del PRO bonaerense pasa ahora por saber de qué manera seguirá Jorge Macri tras la baja de la presidenta del partido. “No hay chance de que vayamos en una lista de unidad. Vimos muy bien la candidatura de Manes e iremos a una interna”, asegura la misma fuente. En esa línea, el fin de semana se llevó adelante un zoom con la participación de representantes de 80 distritos. “Con la confirmación de Manes hay que salir a fiscalizar el interior”.

En la actualidad, ambos grupos internos del PRO se dividen los intendentes. Y el seguimiento territorial será clave. La fuerza del larretismo está en el AMBA, mientras que Macri tiene buena llegada al interior.

“El impacto tiene que ver con un hecho refundacional a nuestros ideales. Nosotros lo tomamos como un relanzamiento de nuestros principios. Nos vuelve a generar esperanza de cara a 2023”, le dice a Data Clave el intendente de Pergamino, Javier Martínez. Y añade: "estamos muy unidos como grupo. Para seguir trabajando cada uno por su ciudad e iremos viendo cómo se va despejando la lista del 2021 para prepararnos para gobernar en 2023, que es la ambición de todos”.

Y es que más allá del golpe, los jefes comunales intentaron darle un giro positivo a la noticia para no restarse valor como grupo de cara a un acontecimiento legislativo que también tendrá impacto en sus comunas. En concreto, nadie quiere mostrarse perdedor. Y la declinación de Bullrich tiene sabor a salida.

Es por esto que los alcaldes que responden a Macri ya se comunicaron con la base de poder local para ver cómo seguir ante tamaño suceso. Y es que más allá de que Macri no se baje, algunos jefes comunales no verían mal la posibilidad de concretar una lista de unidad. Y el primero en dejarlo en claro fue Ezequiel Galli, a cargo de Olavarría, quien ya se mostró con Santilli pese a formar parte del espacio contrario.

“Dejamos en claro que no nos bajamos. Vamos a seguir peleando por los verdaderos intereses bonaerenses. Nuestros representantes tienen que tener un conocimiento cabal de nuestra tierra. No podemos llevar al Congreso los problemas de la Ciudad”, asegura el armador.

A dos meses de las PASO, y con Santilli firme en su puesto, desde el macrismo de Vicente López prometen que no habrá una salida decorosa y que el objetivo claro empieza en 2021 y sigue en 2023.