En julio, las importaciones registraron la mayor retracción del año, ante la carencia de divisas y la aplicación, en la última semana del impuesto PAIS a todas las operaciones ligadas con compras en el exterior. 

Las importaciones sumaron US$ 6.709 millones, cayendo 19,1% en la comparación anual, cuando en junio habían caído 16,3%, en tanto que las exportaciones totalizaron US$ 6.060 millones, lo que implicó una caída del 22,4%, por debajo del 35% de junio.

“De esta manera, el Gobierno aplicó una vuelta más al torniquete implementado sobre las importaciones, y junto con una caída más suave de las exportaciones logró acotar fuertemente el déficit: este alcanzó los US$ 649 millones, lo que resultó un 64,6% inferior al déficit récord de junio”, de US$ 1.800 millones, destacó la consultora Abeceb.

Esto implica que mientras en los primeros 7 meses de 2022 se acumuló un superávit de US$ 2.493 millones, en 2023 ya se computará un déficit de US$ 5.146 millones, lo que indica que por balanza comercial la Argentina perdió US$ 7.639 millones.