La ley fundacional del Gobierno de Javier Milei, el proyecto de "Bases y Puntos de Partida para la Libertad" dejó aristas y detalles de cómo puede ser la conducción del primer mandatario libertario y su relación con el Congreso Nacional. Un primer acercamiento a “todo o nada” que puede terminar con concesiones a la oposición dialoguista en el proyecto que intenta ser el primer paso fuerte por el parlamento.

Luego de seis jornadas en el plenario de comisiones, tres de ellas con desfile de ministros y secretario de gobierno, y un raid de encuentros mano a mano en el despacho del presidente Martin Menem con enviados directos de la Casa Rosada, en la oposición "dialoguista" la impresión que quedó es la de un Milei que funciona a una distancia considerable del resto de su gabinete.

Mientras negociaban los cambios que podrían entrar en un dictamen unificado. Argumentan que en otros gobiernos había funcionarios fuertes que en distintas etapas se le plantaban al presidente con observaciones críticas. No ven a nadie con ese rol en el actual Poder Ejecutivo. En ese marco, sorprendió la aparición a último momento de un funcionario clave en el armado del presidente, Santiago Caputo, que tuvo un rol central en la reunión que cerró la semana y tomó la voz por sobre el resto.

El desfile de funcionarios por el despacho de Menem dejó sensaciones sobre el funcionamiento interno del Gobierno. A los que pasaron por el primer piso del palacio legislativo no les quedó la impresión de un “un escenario de querer chocar” el acuerdo y la sanción del proyecto pero sí muchas dudas en los referentes oficialistas. “Hay una distancia enorme entre el presidente y el resto de los funcionarios”, definió uno de los interlocutores del parlamento.

“No hay uno que se le anime, no hay pensamiento crítico, le tienen miedo”, amplió y estimó que aún los más cercanos y de peso practican “seguidismo”, según olfatearon desde la oposición. En ese marco, aseguran que recibieron de gran parte de los funcionarios una serie de “slogans” que forman parte del discurso que eligió el gobierno para sostener el proyecto. “No hay plata”, “no hay tiempo”, “nos votó el 56%” y una última más sugestiva: “Viste como es Javier”.

“Esto es Kirchnerismo con minoría”, definió un diputado al salir de las charlas con los funcionarios que esperaba más apertura del oficialismo.