En noviembre de 2019, en una de las últimas sesiones que lo tuvieron como presidente, la entonces diputada Graciela Camaño hizo uso de la palabra en el recinto para reconocer el trabajo de Emilio Monzó al frente de la Cámara baja bonaerense. "Debo admitir que usted ha sido un hombre de consensos (...) Muchas gracias Emilio, por lo que hiciste, por lo que no hiciste y por lo que seguramente vas a hacer", manifestó la legisladora. El aplauso fue cerrado. Y desde todos los bloques se pusieron de pie.

Claro, lo que ninguno sabía en ese momento era justamente qué era eso que iba a hacer Monzó como parte de su futuro político después de serias diferencias internas que lo relegaron en las elecciones de 2019.

Tras esquivar las entrevistas durante un tiempo prolongado, Monzó reapareció en la previa de los comicios de 2021. Y puso el peso de su armado sobre la mesa. Lo que siguió fueron charlas diversas con los distintos actores de Juntos para ver hacia dónde iría su apoyo en pos de reingresar a la Cámara baja, esta vez, para ocupar una banca.

Nuevamente sin lugar en el PRO, Monzó cerró con el radicalismo para armar una base territorial fuerte para reconfirmar la fuerza de la UCR en el interior de la provincia de Buenos Aires, principalmente en la cuarta sección electoral, donde se encuentra Carlos Tejedor, el distrito del que alguna vez fue intendente como parte del Frente para la Victoria. 

En ese marco se presentó como número tres en la lista del radicalismo, con Facundo Manes a la cabeza. Tras perder las paso, Monzó logró ingresar pero en el noveno puesto producto de que, por poco, la boleta del neurocirujano no logró pasar el 40 por ciento.

En ese momento, Monzó salió a remarcar que "Manes aportó el voto de la tercera vía que permitió ganar la Provincia". Y defendió la postura radical de lo que puertas adentro fue considerado una gran campaña.

Claro. Los tiempos cambiaron. Y hoy, el expresidente de la Cámara baja ya tiene otra postura. Según manifestó en las últimas horas con respecto a la posición de Manes aseguró que "yo creo que él se comió el embalaje. Hay que jugar en equipo, mirando al costado para que todos vayamos juntos".

Monzó es el único dirigente que, hasta el momento, dejó en claro que en caso de eliminarse las PASO, como quiere parte del oficialismo, Juntos podría perder la oportunidad de gobernar la Provincia. Cabe recordar que hoy el dirigente de Carlos Tejedor se reposicionó internamente y camina en favor de Patricia Bullrich como candidata nacional, quien a su vez tiene al jefe comunal de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, y al senador bonaerense, Joaquín De la Torre, como precandidatos a gobernador.

Claro, la fuerza interna no es la misma que en 2021. Sucede que Monzó pasó de ser base piramidal para la UCR a ser un dirigente de peso para la titular del PRO, pero dentro de un armado general en el que juegan varios y su espacio de achica.

Eso sí, no deja de hacer ruido. El reciente puente que le hizo a Bullrich para recalar en la cuarta, puntualmente en Alberti y Bragado, no cayó bien y generó roce con otros armadores del PRO que juegan para Diego Santilli y con los intendentes que tienen la lapicera regional como Pablo Petrecca (Junín) y Mariano Barroso (9 de Julio).

"Si hay algo que distingue a Emilio es que sabe leer la política. Y anticiparse. Siempre se movió bien aunque fueran saltos grandes. Habrá que ver en qué decanta esto, pero me parece que un aporte importante para Bullrich por conocimiento de territorio", le dice un dirigente bonaerense a Data Clave. Y agrega: "Y como entiende bien sabe que hay movimientos que generan roces si no se avisan previamente". En relación a su visita a la cuarta.

Así las cosas, Monzó volverá a salir al ruedo como parte de un armado que, al parecer, deberá reagruparse para competir internamente contra la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.