La ley de Alquileres continúa su derrotero por el parlamento nacional. Desde la sanción de la mal llamada “ley Lipovetzky” que contó con amplio consenso en la Cámara de Diputados durante el último año del gobierno de Mauricio Macri que es tema a resolver.

Por eso, desde el año pasado hay una discusión abierta que culminó este jueves con la aprobación en el Senado de un dictamen que modifica lo que había votado Diputados. El tema volverá a la Cámara baja con un nuevo proyecto a lo que había logrado aprobar la oposición.

La nueva iniciativa prevé que los contratos de alquileres continúen siendo por tres años y no dos como planteaba la primera modificación. Pero además, fija la actualización de los montos de los alquileres en un periodo de 6 meses y no cada 4 como establecía el proyecto con media sanción de la Cámara baja. 

Por último, uno de los puntos conflictivos en los que también introdujo cambios el Senado es en la cláusula de actualización de los contratos. Lo aprobado este jueves dispone que sea en base al Índice Coeficiente Casa Propia que realiza el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat y no a elección entre las partes como quiere la oposición.

Cómo será el tratamiento

“Vamos a llevarlo al recinto el 10”, confirmó a Data Clave una fuente parlamentaria con acceso al principal despacho del bloque oficialista en el palacio de Diputados.

En un marco de incertidumbre, los cambios introducidos en el Senado pueden cambiar el panorama de la última votación donde la oposición se impuso con 125 positivos a 112 negativos con 3 abstenciones y 16 ausentes. De los positivos, hay por lo menos dos que se pueden modificar según votó el bloque en la Cámara alta. El senador y gobernador electo, referente de Juntos Somos Rio Negro, votó por la positiva, los dos diputados del mismo bloque habían votado el proyecto de la oposición. Pueden ser votos claves.

En este contexto, con la opción de revalidar lo que se votó en Diputados o lo que llegó del Senado, todos los bloques tendrán el incentivo o la obligación de sentarse y dar quórum. Algo que no sucedió en la primera parte del debate. El trámite es sencillo, comienza de nuevo en comisión y luego llega al recinto tras el dictamen correspondiente.

La Cámara revisora, cuando modifica un proyecto, debe indicar si esas modificaciones fueron aprobadas por la mayoría absoluta de los presentes o por los dos tercios de los presentes. Ya en el recinto, la Cámara iniciadora puede con la misma mayoría insistir en la redacción original.

La idea del oficialismo es llevar el tema a una votación para darle cierre antes de las elecciones del 22 de octubre, la semana elegida es la del 10, con un Congreso transformado en bunker de campaña.

Los otros temas

En esa misma fecha, el bloque oficialista quiere sumar proyectos que han relanzado la campaña de Unión por la Patria, a la sanción de Ganancias se sumará el tratamiento del proyecto por el programa “Compre Sin IVA”, que busca establecer por ley la devolución del impuesto al valor agregado para un sector de los trabajadores.

Por su parte, Sergio Massa anunció desde Neuquén que estaban “los votos” para sancionar el proyecto de GNL, una anhelo de final del mandado del Frente de Todos para dejar un marco regulatorio en la explotación gasífera. También una iniciativa buscada e impulsada por algunos sectores de provincias aliadas Rio Negro.

Desde el Senado, con la concreción de esta semana de la segunda sesión en el año, el oficialismo ya imagina otra antes de las elecciones para sacar proyectos del paquete económico. Entre ellas, la de incentivo PYME. Con esto, Unión por la Patria podría definir los principales anuncios de Massa antes del 22, fecha clave.