Las charlas entre el bloque de La Libertad Avanza y los enviados de UCR, PRO y el bloque Hacemos Coalición Federal se mantuvieron activas desde el lunes. El objetivo es llegar a un acuerdo en el dictamen que debe firmarse en el plenario de comisiones que trata la ley “Bases y Principios para la Libertad de los Argentinos”. Las mesas de trabajo internas no descansan y siguen depurando las alternativas ante los posibles escenarios.

En concreto, enviados del bloque UCR, como el secretario parlamentario Alejandro Cacace y la cordobesa Soledad Carrizo, junto con el bloque Hacemos Coalición Federal a cargo del peronista Miguel Ángel Pichetto. Este último acompañado siempre por Emilio Monzó y por el referente de la Coalición Cívica, José Manuel López. Fueron los enviados para mantener reunión con funcionarios del gobierno en el despacho del presidente de Diputados, Martín Menem, en el primer piso del Palacio Legislativo.

Sobre el final del martes, casi llegando a la noche, apareció un punto que comenzó a tensar la discusión con funcionarios del equipo económico. En el capítulo del ajuste fiscal, los bloques liderados por el radicalismo impugnaron el articulado de las jubilaciones que suspende la fórmula de ajuste de los haberes previsionales. Esto y el tema deuda terminaron trabando las conversaciones tanto que todo quedó a la espera de una respuesta desde el Ejecutivo para ver si hay un acuerdo o no. El tema parte aguas y si no avanzan en una negociación, se caen los votos.

“Estamos yendo a fondo para firmar dictamen con LLA, por las dudas tenemos el plan B de un dictamen”, sentenciaron fuentes parlamentarias con acceso a la discusión a Data Clave. En el bloque opositor dialoguista el miedo mayor es a que el kirchnerismo pueda alzarse con el dictamen de mayoría ante la intransigencia y la falta de “resolución” del bloque oficialista sin el presidente Javier Milei en el país. 

Ante este panorama, no ven las condiciones para tener sesión este sábado como quiere La Libertad Avanza y se lo dejaron en claro al mandamás de Diputados. Tampoco quieren firmar dictamen esta semana y proponen patear toda la discusión para después del paro del 24 de enero. “Quedaron en responder”, aseguraron los enviados opositores al salir del principal despacho de la Cámara baja. 

Si el oficialismo decidiera acelerar sin escuchar este reclamo y sin agotar las negociaciones con la oposición radical y de los ex Juntos por el Cambio, correrá el riesgo de que haya más de un dictamen en el plenario y que incluso, Unión por la Patria pueda juntar más firmas que el resto. La advertencia fue clara, si se apuran, el riesgo es que salga mal. Entre este miércoles y el jueves debe llegar una respuesta en papel sustanciando los cambios reclamados.

Caso contrario, el último recurso que espera el bloque “dialoguista” es que algún ministro iluminado active los mecanismos para acercar el “boceto” de dictamen que elabora como plan B la oposición y lo ponga al Presidente entre la espada y la pared: “O aceptas esto o gana el kirchnerismo”. En estas dos alternativas, Milei tendría que ceder varios artículos pero el grueso, con cambios, podría ser aprobado. Depende de él.

En las mesas técnicas de los diputados que buscan aprobar el proyecto se habla que quedaría un 60% o 70% del proyecto enviado desde el Poder Ejecutivo. Un total de 400 artículos que resistirán frente a los más de 600 originales. Sin embargo, con modificaciones, pasarían las facultades delegadas, las privatizaciones y el blanqueo, entre otros temas centrales. La oposición pide pasar a después de marzo capítulos como los electorales, judiciales, de educación o de niñez a los que no ven urgencia.

Mientras tanto, en Diputados, personal administrativo y de seguridad ya fue advertido ante la posibilidad de sesionar el sábado. Algo que, exige acelerar y avanzar en contra del pedido de la oposición que debe garantizar los votos.