Los cerebros económicos del "Albertismo" que se meten de lleno en la interna del peronismo
Martín Guzmán y Matías Kulfas se meten en la discusión del Partido Justicialista para renovar la mirada de la economía. Críticas al kirchnerismo y confrontación directa con el plan de Toto Caputo.
El peronismo busca renovar a su dirigencia política y fortalecer a nuevos cuadros luego de la traumática experiencia entre 2019-2023 que dejó atrás la gestión de Alberto Fernández y, en última instancia, del propio Sergio Massa. En ese marco, hay dos cuadros técnicos que asoman la cabeza y se hacen mostrar.
Ambos dirigentes estuvieron una buena parte de la gestión “Albertista” y eran protegidos del Presidente. Los dos se fueron por el mismo problema: discusiones internas con el kirchnerismo que los llevaron a ser eyectados de sus cargos. En un caso, por la filtración de un duro off; en el segundo, por el control del área energética.
Uno de ellos es Martín Guzmán, exministro de Economía de la Nación. Asumió en diciembre de 2019 y duró hasta julio de 2022. En su renuncia hubo una chispa de maldad: lo hizo en plena disertación de Cristina Fernández de Kirchner en un acto en el municipio bonaerense de Ensenada. Su salida se dio luego de serios cuestionamientos del kirchnerismo a su forma de conducir la economía. Lo acusaban de “gobernar para las corporaciones” y de no “acelerar” en las discusiones con los privados.
Esa frase que el kirchnerismo repitió como un mantra la fortaleció el propio Eduardo “Wado” de Pedro, exministro del Interior de la Nación y actual diputado nacional. “Faltó nafta…”, dijo De Pedro. Guzmán, decidido a confrontar, le salió al cruce: “¿La nafta era más déficit fiscal con emisión monetaria? (…) Sos un tipo inteligente, capaz y con historia. Ojalá tengas ganas de sumar”.
Poco después, Guillermo Michel, exdirector general de Aduanas y hombre muy cercano a Massa, salió en defensa del excandidato a presidente de Unión por la Patria (UxP): “Guzmán, tu pasantía le salió cara al país y al peronismo”, disparó en redes sociales, posteo que fue replicado por la pareja de Massa, Malena Galmarini.
Está más que claro que Guzmán quiere meterse en el barro del peronismo. Una persona que conoce muy bien al exministro le dijo a Data Clave que ya en sus funciones se había interesado por meterse de lleno en política. Incluso deambuló por su cabeza la posibilidad de participar en una candidatura.
El exministro de Economía asoma la cabeza en medio de la renovación del peronismo. En su última cumbre Ferro, el PJ finalmente no trató la renuncia de Alberto Fernández y esa es una ventaja para Guzmán. Es uno de los pocos respaldos que tiene en la actualidad, teniendo en cuenta que es negado por el kirchnerismo y también por el massismo.
“Durante la gestión Massa, la tasa de pobreza subió 5,2 puntos porcentuales. 1,5 millón de personas cayeron en la pobreza y 1 millón de personas en la indigencia (medido por la EPH). Estos números significan sufrimiento para millones de compatriotas. Cambiar esta realidad debería ser el objetivo principal de la política pública. Y sí, seguro que faltó nafta. ¿Pero cuál era la nafta?”, chicaneó Guzmán.
El otro cuadro técnico que también discute a cielo abierto es Matías Kulfas, exministro de Desarrollo Productivo. Entró al Gobierno mirado de reojo por el kirchnerismo y se fue de la misma forma. Uno de sus libros se llama “Los tres kirchnerismos” y tiene críticas a la última gestión de Cristina Kirchner.
En el último tiempo presentó otro trabajo llamado “Un peronismo para el siglo XXI” y que va en línea con la idea de que haya una renovación en la mirada económica del Justicialismo. En un mero juego de redes sociales, Kulfas republicó el posteo de Guzmán en el que critica a Wado de Pedro. A su vez, también reposteó un “meme” que cuestiona una de las medidas más fuertes del massismo, que fue elevar el piso del impuesto a las ganancias.
“Los peronistas debemos revisar de cara a la sociedad lo que hicimos mal y presentar un proyecto productivista, desarrollista, con reglas de juego estables y lealtades lógicas y razonables. El pueblo no se equivoca”, manifestó Kulfas en uno de sus últimos reportajes periodísticos.
“Esto de unidad hasta que duela… Si le genera dolor al pueblo no está bueno. Yo deseo que el peronismo vuelva, pero hay que discutir todo, porque el pueblo no se equivoca”, agregó un Kulfas que incluso no renegó de la idea de incluir en la discusión a sectores del radicalismo y otros dirigentes, como el caso de Miguel Ángel Pichetto.
Las posturas públicas que comparten Guzmán y Kulfas hoy están más cerca de los lineamientos políticos de Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau que del peronismo tradicional. En febrero, el exministro de Economía publicó una columna de opinión con una foto de la exvicepresidenta y Javier Milei bajo la premisa de que “el debate económico en Argentina hoy está dominado por dos posturas extremas”.
Que el peronismo tendrá una renovación se cae de maduro. Son numerosos los espacios que cuestionan las conductas “sectarias” de La Cámpora. Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, hizo un desplante público contra el kirchnerismo y aseguró que se terminó “la lapicera”.
El otro dirigente que era cercano a Cristina Kirchner y que también se cansó de La Cámpora es Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda. Su tropa abandonó el kirchnerismo y ya empieza a militar por un “Axel Kicillof 2027”, teniendo en cuenta que el gobernador bonaerense no puede reelegir y que su aspiración es que un intendente ocupe su lugar.
El propio Kicillof muestra diferencias con el camporismo y el massismo y busca tener su propia autonomía. En ese campo de renovación peronista es donde buscan meterse Guzmán y Kulfas, dos cuadros técnicos que ahora quieren meterse en el barro del peronismo.