En estos meses de cuarentena la asistencia alimentaria aumentó de 8 millones de personas a 11 millones de personas, cerca de un cuarto del total de la población argentina. Previo a la pandemia, la pobreza alcanzaba al 40% de los argentinos y al 50% de los niños. Y en el Gobierno reconocen que esos números serán mayores producto de la crisis que profundizó el coronavirus. Es el diagnóstico que se trazó este mediodía en la reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre.

Encabezado por el Ministerio de Desarrollo Social, la mesa que incluye a figuras de diversos ámbitos discutió sobre tres ejes: marcar estado de situación, la calidad nutricional y la producción de alimentos. En ese sentido, el ministro Daniel Arroyo destacó que se conformarán tres mesas de trabajo que se reunirán una vez por mes, en el marco del “Plan Argentina contra el Hambre”. 

“Lo ideal es que la gente vuelva a comer en su casa, que los comedores sean centros deportivos, de actividades comunitarias y de asistencia escolar”, insistió Arroyo, al confirmar que en lo que va del año se ejecutaron $69.747 millones “para asistir a los sectores más desprotegidos”. Tras las denuncias de los sobreprecios, Arroyo detalló que ahora se aumentó la ayuda descentralizada, que asigna dinero a los comedores para que sean ellos los que acceden directamente a los productos. 

Participaron del encuentro virtual la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y también Marcelo Tinelli. El conductor y productor televisivo apuntó contra algunos sectores políticos: “Contra la grieta que proponen, y es el negocio de muchos, la unión es lo que nos puede sacar adelante. Atender el hambre es muy importante”.