Sin dudas, el jueves 28 de julio quedará marcado como el día en que el presidente Alberto Fernández puso en juego el cambio más radical de su gobierno al reacomodar las diferentes figuras del gabinete en pos de poder reencausar el gobierno nacional.

La llegada de Sergio Massa como superministro provocó un terremoto interno que, a su vez, generó sus diferentes réplicas. La tierra se movió. Y fueron varios los que quedaron en el camino, por ejemplo, su rival interno, el nuevamente embajador de Brasil, Daniel Scioli.

Sin embargo, hubo un trío de funcionarios nacionales que lograron mantener su lugar pese a que, en lo concreto, en un futuro podría dar un paso al costado. Se trata de Jorge Ferraresi, Gabriel Katopodis y Juanchi Zabaleta, los tres intendentes que el presidente tiene como parte de su equipo de gestión.  

El trío de funcionarios no solo logró resistir en sus lugares sino que a la vez fueron reconfirmados como parte de un reposicionamiento en el que ganan más poder.

Claro, todavía no se sabe si se trata de la jugada final. Todavía queda mucho tiempo para el 2023. O no tanto, según exigen saber algunos dirigentes del Frente de Todos de San Martín, Hurlingham y Avellaneda. Y es por eso, que los ministros seguirán realizando sus tradicionales bajadas a los territorios en los que fueron electos para dejar en claro su postura de no abandonar a los vecinos.

En ese marco, el miércoles hubo indicios. La visita de Alberto Fernández a Avellaneda junto al ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, para entregar una nueva tanda de Créditos Casa Propia fue un mensaje completo de continuidad y de reconfirmación territorial.

Se sabe, los tres funcionarios no descuidan sus distritos. Y pese a que hoy no den una respuesta concreta sobre cuáles serán sus próximos pasos, la oposición da por hecho que, rumbo a la batalla municipal, deberá enfrentar a los ahora ministros. Así lo aseguran desde cada uno de los municipios. “Sabemos que el candidato va a ser Ferraresi. Nos lo dicen hasta los propios”, le cuenta a Data Clave el concejal del PRO en Avellaneda, Maxi Galluci.

Lo mismo pasa en Hurlingham, donde la pelea empieza por casa. Sucede que la expectativa de Juntos está puesta primero en saber qué pasará con las diferencias que tienen hoy Zabaleta y el jefe comunal, Damián Selci. Pese a que desde el distrito llamaron a no hablar con la prensa y “solo gestionar para mostrarles resultados a los vecinos”, la puja de poder con el ministro sigue firme.

Hoy, Zabaleta no se ve afuera de Hurlingham. Y es por eso que todos los fines de semana que tiene posibilidad, baja al partido para recorrer las calles. Y, cuando no puede, manda a alguien de su cartera para panfletear sobre los logros alcanzados por el Ministerio de Desarrollo Social.

En San Martín, la historia es otra. Katopodis no tiene la misma seguridad de sus pares de ir por la pelea local. Su delfín, Fernando Moreira, tiene licencia para moverse con más libertad que, por caso, lo que sucede con Alejo Chornobroff en Avellaneda, donde todo pasa por Ferraresi.

Y, en esa línea, la decisión de continuar con el control del distrito podría no encontrarlo al frente de la boleta. Eso sí, desde otros sectores internos del Frente de Todos ya se muestran con ganas de salir a competirle el poder. El concejal del Movimiento Evita, Leo Grosso, y el dirigente del Frente Renovador, Juan Eslaiman, ya manifestaron sus deseos.