La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, dio marcha atrás con su denuncia realizada el domingo sobre las supuestas coimas que le habría pedido el gobierno argentino a Pfizer para obtener las vacunas contra el COVID-19.

Sus declaraciones fueron rechazadas por las autoridades nacionales, entre ellas el presidente Alberto Fernández, que decidió demandarla ante la Justicia, y el exministro de Salud, Ginés González García. La farmacéutica Pfizer también negó la acusación.

Este martes, la exministra de Seguridad de Mauricio Macri cambió de opinión. “Pfizer tiene razón, no le pidieron coimas. La realidad es que Ginés González García exigía la existencia de una contraparte argentina”, explicó Bullrich en Radio Rivadavia.

La dirigente opositora agregó: “Para firmar el contrato tenía que haber un componente nacional. Esta es la matriz de la forma en la que trabaja el kirchnerismo: poner a un Cristóbal López o a un Lázaro Báez, a alguien que me garantice que voy a tener participación”, indicó.

Si bien siguió cuestionando al gobierno por no haber negociado con Pfizer, cambió su discurso. “Pfizer le dijo que no al gobierno argentino porque no quieren intermediarios”, dijo Bullrich en TN.

Además, la dirigente señaló que "me quieren sacar la plata” y explicó que solo tiene “un departamento y un auto”. “No vivo en Puerto Madero, no soy kirchnerista", ironizó.