El 10 de marzo se conmemora el día internacional de la jueza y en Argentina, el famoso “techo de cristal” dentro del sistema judicial aún no se ha quebrado. Hay lugares donde ni siquiera hay mujeres camaristas y otros donde son clara minoría, aunque representan más del 50% de las funcionarias, el escalón previo a llegar a un puesto de poder.

Según los datos de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema (OM), el sistema judicial argentino en todos sus estratos (provincial, nacional, federal) es todavía profundamente desigual. Si bien hay 72.422 mujeres (57% del total), solo en el 30% de los puestos de mayor decisión (Ministras/os de Cortes, Procuradoras/es Generales y Defensoras/es Generales) es ocupado por mujeres. A esto se le suma el tip de que hace casi un año y medio que el oficialismo tiene una vacante en la Corte Suprema de Justicia por la partida de Elena Highton de Nolasco que no pudo ocupar.

Pero eso no es todo: de acuerdo al informe que hizo la OM, si bien las mujeres logran hacer carrera dentro del Poder Judicial hasta convertirse en la mayoría dentro del escalafón de funcionarios/as, el “techo de cristal” aparece para ellas cuando concursan para ser juezas y, más aún, para acceder a camaristas. 

“A modo de ejercicio, se calculó que los funcionarios varones tuvieron el doble de chances de convertirse en Magistrados, Procuradores, Fiscales o Defensores, y 3,6 veces más posibilidades de integrar las máximas autoridades que sus pares mujeres funcionarias en el sistema de justicia argentino”, se explicó en el trabajo estadístico que viene realizando desde 2011 la Oficina.

Hace pocos días, el Consejo de la Magistratura de la Nación presentó el Relevamiento preliminar de los datos de género y de procedencia profesional de los/las aspirantes a la magistratura, realizado por la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial, que abarca los concursos en trámite del período 2018 -2022. Allí se puede ver esa desigualdad entre hombres y mujeres que se presentan pero, por lo menos, se ven avances en cuanto a la participación en los últimos cuatro años.

Otro de los puntos que se modificó es que se les exige a todos los y las postulantes a magistrados y magistradas que cumplan con una capacitación en materia de género que no puede ser más antigua de los dos años al momento de presentarse al concurso.

No obstante las medidas tomadas por el Consejo (con el objetivo de reducir la brecha), el sistema continúa con sus problemas. De acuerdo a las cifras que maneja la Corte, en 2022 el plantel de la Justicia Nacional y Federal estuvo compuesto mayoritariamente por mujeres (en un 54%) pero sólo el 25% de quienes ocuparon el cargo de camaristas eran mujeres.

Es más, hay seis cámaras donde no hay camaristas mujeres: la de General Roca, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal y la Cámara Electoral, la Cámara de Mar del Plata y la Cámara de La Plata. En estas dos últimas ni siquiera hay juezas mujeres en toda la jurisdicción.

Pese a ser mayoría en los tribunales, a las mujeres les cuesta más llegar a cargos de poder

“Ambas tendencias (tanto la baja participación de mujeres en los cargos de Camarista como en los cargos de Magistratura) se mantienen estables desde el inicio de las mediciones del Mapa de Género de la Justicia Argentina en el año 2011”, aclaran desde la OM.

Por este motivo, ACIJ junto con otras ONG le propuso al Poder Ejecutivo que apruebe un decreto complementario de los que ya rigen en cuanto a selección de jueces para que incorpore a su facultad de seleccionar magistrados y magistradas establecida en el artículo 99 inciso 4 de la Constitución Nacional “una serie de requisitos tendientes a garantizar la igualdad de género en el acceso a cargos judiciales”.

Por ejemplo, sugirieron que se instruya al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a la devolución inmediata de las ternas provenientes del Consejo de la Magistratura, del Ministerio Público Fiscal y del Ministerio Público de la Defensa cuando estén conformadas solamente por varones. 

También pidieron que se establezca que “para el caso de vacantes en órganos colegiados -como salas de cámaras de apelaciones y tribunales orales- cuya composición fuera completamente masculina, el Poder Ejecutivo sólo podrá remitir al Senado el pliego de candidatas mujeres”.

“Una de las problemáticas advertidas se da en tanto el Poder Ejecutivo sigue enviando un número significativamente mayor de pliegos de varones que de mujeres para su aprobación en el Senado, sin considerar el impacto que esto tiene en términos de legitimidad democrática del sistema de justicia, al agravar la brecha de género en la composición del Poder Judicial y del Ministerio Público”, consideraron.

Tweet de ACIJ

Justamente eso sucedió en octubre de 2020 cuando el presidente Alberto Fernández anunció finalmente que el juez Daniel Bejas sería el elegido para un lugar dentro de la Cámara Nacional Electoral (CNE) que estaba vacante desde 2016. Esa decisión se dio a pesar de que en la terna estaba primera la secretaria de la Cámara Alejandra Lázzaro.