La Oficina Anticorrupción decidió tomar una decisión que fue leída en los ámbitos cercanos al macrismo como una "carta a la impunidad": a través de un escrito que firmó su titular Felix Crous, le puso fin a su rol como querellante en todos los procesos penales en los que figuraba. ¿Qué significa ser querellante? En líneas generales, tienen un rol similar a la fiscalía, pueden presentar y pedir medidas de prueba, pueden acusar y solicitar penas durante un alegato. Son "parte" de las causas. 

¿La retirada de la OA de las causas que inició o en las que pidió ser querellante significa que se van a "caer" los expedientes? Pues no. En muchas causas, el Estado está representado por otros organismos (como la UIF o la AFIP), además del rol lógico de la fiscalía, que es la que se encarga de impulsar las investigaciones y velar por los intereses del Estado.

Crous sostuvo desde su nombramiento que iba a revisar el rol de la Oficina de manera integral. Por eso consideró que debía replantearse la situación en la cual la mayor parte del plantel estaba abocado a la representación en distintas causas. La Oficina tuvo durante el macrismo un rol bastante activo en ese sentido: la mayor parte de las denuncias presentadas fueron contras ex funcionarios kirchneristas y en casi todas solicitó ser tenida como querellante.

Para el nuevo titular de la OA, las funciones de la Dirección Nacional de Litigio Estratégico recibieron "tratamiento privilegiado en desmedro de su par de investigaciones; y más aún de la destinada a la prevención de la corrupción y la promoción de la integridad y la transparencia". En la resolución a la que accedió Data Clave se explica que la tarea de la Oficina desde su creación tiene dos facetas: una dirigida a la prevención de los hechos de corrupción y otra a investigar tales hechos.

"En lo atinente a la investigación, la oficina cumple funciones que en buena medida se superponen con las específicas del Ministerio Público Fiscal, especialmente su órgano especializado en la materia, la Procuraduría de Investigaciones Administrativas", sostiene Crous.

La idea que tienen ahora el organismo es centrarse en un rol más preventivo y de promoción de denuncias y no de seguir el camino legal de los expedientes ya que "resulta redundante con el del Ministerio Público Fiscal, a la par que exhibe dificultades e inconsistencias". Con esto último se refiere a, por ejemplo, a que existían "numerosas actuaciones que exhiben un significativo atraso en su trámite; algunas absolutamente paralizadas desde mucho tiempo atrás".

"Habrá de disponerse el desistimiento del rol de querellante en los procesos penales en los que se interviene en tal carácter. Para contribuir al orden de la litis, en aquellos que transitan la etapa de audiencia oral de juicio, se dará cumplimiento a lo aquí dispuesto cuando culmine la recepción de la prueba propuesta por la representación de esta Oficina. En aquellos en que, concluida la audiencia oral, se ha concretado la pretensión punitiva, cuando el Tribunal de juicio dicte sentencia." Con ese párrafo, se decidió retirarse de las causas, en un contexto que se explica también por la falta de personal que tiene la Oficina. Además, Crous reveló que la OA está en este momento en un proceso de auditoría.