Tras el anticipo exclusivo de Data Clave sobre el proyecto para reformular el sistema de Salud, redactado por funcionarios de Salud bonaerenses y equipos técnicos de La Cámpora y el Instituto Patria, distintas voces de la medicina privada rechazan la iniciativa, ya que podría ser un "drástico cambio".

En ese sentido, Data Clave habló con Luis Maria Degrossi, presidente de la Asociación de Entidades de Medicina Privada (ADEMP) y de cobertura médica APRES. Consideró que se estaría modificando "una de las pocas cosas que funcionan bien en Argentina", sumado a que "el sistema mixto es algo que ya funciona".

La entrevista completa:

Data Clave: ¿Qué opina del proyecto para reformular el sistema de Salud que se dio a conocer en el oficialismo?

Luis Degrossi: Mi postura es que están atentando contra una de las pocas cosas que funcionan bien en Argentina, que es el sector privado de Salud e incluidos los subsectores como financiadores, prestadores y seguridad social. Incluso también las financiaciones del Estado como el PAMI o las obras sociales provinciales. Me da la sensación que esto no tiene ni pies ni cabeza y que podría tratarse de desviar la opinión pública a otro foco de conflicto.

DC: ¿Funciona mal el sistema de Salud? ¿Cómo fue la respuesta durante la pandemia?

LD: El sistema privado de Salud dio muy buenas respuestas a la pandemia. Hay municipios del conurbano donde el 80% de las camas son privadas, y solamente el 20% son públicas, y nunca se dejó de atender a nadie y logramos que no haya ningún colapso sanitario. Se gestionaron muy bien los efectos y la verdad que se superó las expectativas que cualquier persona razonable podía tener. Hace más de 50 años que mostramos eficiencia en los manejos de los recursos.

DC: Sin embargo Alberto Fernández dijo hoy que hay un problema estructural en el sistema...

LD: Si se piensa eso desde el Gobierno para mí es un error. La población argentina está muy conforme con el sistema de Salud y lo defiende, por eso sigue aferrada a él y confiando tras muchos años de vigencia. El manejo es muy prolijo y eficiente, desde los recursos hasta las prestaciones que da total y acabadamente a todos los beneficiarios y socios, desde obras sociales sindicales a personales o empresas de medicina privada.

DC: ¿Pudo leer parte de las propuestas?

LD: No soy de hablar sobre versiones, soy muy cuidadoso. No sé si es algo del Instituto Patria o del Gobierno, me guío previamente por lo que leí en portales y no mucho más. El día que salga el instrumento, nuestra obligación desde el sector será leerlo y contestarlo, y podremos tener más seriedad del caso. Veremos si lo que plantean es superador a lo que tenemos, pero me cuesta creerlo. Tengo 58 años y trabajo desde los 18 en Salud, vi pasar muchos gobiernos y crisis, y nuestro sector siempre dio respuesta. El gran problema es que se ha desfinanciado el sector en los últimos años, y el agravante de la pandemia ayudó a que el problema sea mayor.

DC: Una de las medidas más importantes hablaría de reconceptualizar el sistema con una integración entre lo público y privado...

LD: El sistema mixto es algo que ya funciona, hoy en Argentina el que se quiere atender en un hospital público puede hacerlo, con muy buena calidad de médicos y con insumos. Los médicos son de una jerarquía y de una humanidad impresionante, y eso también es algo a resaltar. Es más, la gente que tiene coberturas también van a esos hospitales jerarquizados, y obviamente cobran sus prestaciones y los honorarios de los profesionales que intervienen a través de los privados. La integración existió siempre, por eso no entiendo a qué se refieren con integrar el sistema de salud.

DC: ¿Qué opina sobre que en principio habría cierta oposición de los sindicatos por las obras sociales?

LD: La visión de los sindicatos viene de la década del 60, que comenzaron a manejar la salud de sus afiliados de acuerdo a la convención colectiva de trabajo. A través de las obras sociales se viene hace más de 40 años administrando la salud de sus beneficiarios. Yo también soy un defensor de la seguridad social, la misma funciona y los beneficiarios tienen atención. Después puede darse que pueda existir mayor o menor calidad de servicio, y también ocurre en el privado, pero todo se da en el marco legal y normativo.

DC: ¿Hay poco control en el sistema de Salud?

LD: El control más grande que tenemos nosotros, más allá de la Superintendencia de Salud que depende del Ministerio de Salud, es el propio usuario. El paciente que se acerca a las entidades son el mayor control que tenemos, y la verdad es que no lo padecemos. Y yo agradezco ese control, porque en base a las exigencias del mercado nosotros estamos en permanente mejora de capacidad instalada y la calidad de las prestaciones, sumado a médicos mejores formados.

DC: ¿Se puede pensar en un cambio de sistema en plena pandemia de coronavirus?

LD: La verdad que el intento de cambio me parece raro en cualquier momento, pero mas aún en tiempos de pandemia y cuando estamos cerca de entrar a una segunda ola. Hoy escuchaba a un periodista que estamos entrando a esa segunda ola sin salir de la primers, y es una verdad contundente. Cada vez los casos detectables aumentaron y lo mismo las ocupaciones de cama en algunas provincias. En el AMBA los casos también están en ascenso, por eso este planteo también me preocupa, incluso más allá de mi costado empresario, también lo veo poco positivo como ciudadano.