¿Cuánta información le brindas a las apps que instalas en tu celular? La pregunta, que podrá ser respondida de distintas maneras de acuerdo al usuario/a, encierra una trampa. No importa cuánto pensas que estás volcando sino lo que realmente aceptaste brindar y lo que esa app, red social o buscador hace con eso.

Tras la decisión que tomó la Corte Suprema de Estados Unidos de voltear el fallo Roe vs Wade de 1973, que durante casi medio siglo garantizó el derecho al aborto, el ojo está puesto no sólo en los estados que ahora prohibieron el acceso sino en los métodos que aplicarán para garantizar que ninguna persona pueda llevar adelante una interrupción legal de su embarazo.

Desde el momento en que salió el fallo, 27 Estados prohibieron el aborto o ya anunciaron que lo restringirán. “En la urgencia por navegar el nuevo escenario del derecho al aborto post Roe, una preocupación inmediata es en qué medida las plataformas sociales van a cooperar con los requerimientos judiciales de Estados que hayan criminalizado el aborto, incluyendo solicitudes de información sobre personas que procuran abortos, quienes las ayudan o quienes lo efectúan”, explicó esta semana la organización Amnistía Internacional.

La maniobra no es compleja: las compañías tecnológicas se ven incentivadas a recolectar más información de sus usuarios con el objetivo de vender publicidad dirigida: nada es casual y ya no nos sorprende que apenas buscamos o decimos en voz alta algo, automáticamente nos aparecen anuncios sobre el tema. Esto incluye por supuesto datos sensibles relacionados con la salud y los derechos reproductivos. No es raro que muchas mujeres tengamos una app que nos “monitorea” el ciclo y a la cual cargamos desde el día que “nos viene” hasta los síntomas que atravesamos.

La app Flo (con un estimado de 100 millones de usuarias) llegó en 2021 a un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio por las acusaciones que había en su contra al respecto de haber compartido los datos de salud de las usuarias, a pesar de que debía mantenerlos en privado.

“Facebook ya está recolectando datos sobre quienes visitan sitios web de centros que garantizan el acceso a la interrupción del embarazo. Esta información, recolectada por empresas como Google y Meta, así como por terceros (Apps y data brokers), puede ser usada para identificar y potencialmente perseguir a quienes busquen realizarse abortos”, sostuvo Amnistía y agregó: “En el mundo post-Roe, esto significa que la información de Facebook podría ayudar a criminalizar personas embarazadas que se hayan realizado un aborto, o cualquiera que las haya ayudado”.

Para la organización, si no se actúa rápido desde redes y plataformas para proteger los derechos reproductivos, pueden convertirse ambas en una herramienta para quienes buscan criminalizar el aborto. "La importancia de las grandes compañías tecnológicas en la lucha por los derechos reproductivos muestra no sólo su centralidad en nuestras vidas cotidianas, sino también el amplio poder que tienen y la dificultad de someterlas a la rendición de cuentas", indicaron.

Por este motivo, el equipo de Tecnología de Amnistía sostiene que, por ejemplo, tienen que existir una mayor protección a la privacidad de las personas usuarias, así como también deben actualizar sus términos de uso y guías informando que no van a restringir o censurar la discusión en torno a los derechos reproductivos. Por último, recalcan la importancia de no responder a requerimientos judiciales por información relacionada con abortos y derechos reproductivos. 

La primera de las compañías que anunció una política en ese sentido fue Google, que comunicó que comenzará a borrar automáticamente las visitas a clínicas de aborto del historial de ubicaciones de sus usuarios.