Las internas en los dos principales frentes políticos del país exponen parte de lo que en definitiva es la equidistancia por el poder central. La unidad hoy perdió su máxima propiedad y desde adentro emergen los diferentes fines comunes en pos de alcanzar un objetivo que no tiene por qué ser un bien general. La distancia crece hacia adentro del Frente de Todos y también de Juntos a casi 100 días de lo que será el cierre de listas. Y lo que se impone son los desafíos personales.

Sin embargo, dentro del peronismo, la gran mayoría de los intendentes del Conurbano logró una misma finalidad y pese a que todavía se mantienen las divergencias en torno a la postulación de Axel Kicillof para ir en busca de la reelección, no hay desacuerdos en avanzar en el operativo clamor en favor de Cristina Fernández de Kirchner como principal candidata a la presidencia.

En definitiva, los jefes comunales saben que, como se suele decir, la boleta del medio no es la que aporta los votos. Entonces, la mirada está puesta en la cabeza de la boleta, donde los alcaldes consideran que tiene que estar el dirigente o, en este caso, la dirigenta, que más aporte de base.

Lo que se habla hacia adentro, según pudo saber Data Clave, no es vinculante con el deseo de ganar o no la elección nacional sino de sostener los principales distritos y, en consecuencia, también gracias al aporte del voto ascendente la provincia de Buenos Aires, donde el Frente de Todos busca establecer las reglas de un refugio conjunto en caso de no poder imponerse en las nacionales.

En pocas palabras: los intendentes quieren mantener el pago chico. Y saben que Cristina es la única que puede generar el arrastre para conseguirlo. Es por eso que también comenzó a rodar el rumor sobre una posible candidatura como senadora para figurar de alguna forma en la boleta y así provocar una ola bonaerense.

En el encuentro del pasado fin de semana en Avellaneda, el kirchnerismo dejó en claro una postura a la que suscriben gran parte de los intendentes del Conurbano en torno a que no hay otra candidatura posible por fuera de CFK. Allí estuvieron además del presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y del gobernador Axel Kicillof, varios intendentes. 

Es más: de los 46 dirigentes en el escenario, 17 eran jefes comunales. Todos de diferentes sectores: de Martín Insaurralde a Fernando Espinoza pasando por Mayra Mendoza, Mariel Fernández o Alberto Descalzo. Representantes de todo el arco político interno que saben del peso de CFK para potenciar, también, los distritos. 

Cristina es la única dirigente que nos deja en una situación de mayor margen para poder retener los municipios. Sin dudas es la única que nos da una base para poder potenciar. Por eso no tenemos que perder más tiempo en la puja interna porque eso nos debilita”, le dice a Data Clave un intendente bonaerense del AMBA.

No es la primera vez que los jefes comunales bonaerenses encabezan un operativo clamor para que Cristina se presente para un tercer mandato presidencial, pero en esta oportunidad tuvo el condimento de la “proscripción”.

Lo que está claro es que los intendentes quieren a Cristina en la boleta. Sea de una manera o de otra. Con el fin de poder detener una boleta completa que hoy en las encuestas marcha en favor de Juntos y que, sin cultura del corte, podría perjudicarlos.