Cuando el presidente Alberto Fernández dejó claro en noviembre pasado que para las elecciones de 2023 se iban a respetar las internas, sin dudas también envió un mensaje tanto para los gobernadores como para los intendentes. En aquel entonces, pocos días después de la derrota electoral en las legislativas, el primer mandatario acusó un golpe duro: la imposibilidad de generar una PASO entre los distintos candidatos tuvo como resultado una fuga de votos.

Es por esto que hoy, en las jurisdicciones donde manda el Frente de Todos, los distintos referentes provinciales se atreven a subir la voz con el fin de posicionarse ante los actuales gobernadores en busca de, al menos, dar la pelea.

Y Entre Ríos no es la excepción. Sucede que Gustavo Bordet no muestra las cartas. Sin embargo, se sabe, intentará desdoblar las elecciones por más que hoy se muestre como uno de los gobernadores que se recuestan en el albertismo.

Lo que está claro es que el gobernador, que no puede ir por un nuevo mandato, intentará poner al frente de la boleta a su actual vice, Laura Stratta, quien desde el primer día de su nueva gestión lo acompaña en cada acto y actividad como clara señal de la renovación que se viene.

La vice, que es es hija de Juan Carlos Stratta, histórico dirigente peronista local que fue intendente de Victoria, ocupa un rol de peso al mando del Cámara alta provincial desde articular en favor de Bordet.

Y en el camino hacia la sucesión de Bordet, la dirigente deberá enfrentar, de seguro, a su predecesor en el cargo de vicegobernador: Adán Bahl, actual intendente de Paraná.

El exnúmero dos de Bordet durante su primer mandato volvió a levantar el perfil y tiene decidido ir por más. Pero claro, no la tiene fácil. Se trata de uno de los principales opositores del kirchnerismo. Algo que, se sabe, podría significar un problema a la hora de buscar los consensos necesarios para obtener la mayor representatividad.

Quien también viene sumando con el fin de consolidarse como opción es el Administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa), Enrique Cresto, quien desde su cargo nacional supo contentar a todos los municipios de la Provincia con la intención de posicionarse tras su paso como intendente de Concordia, la ciudad que dio dos de los últimos tres gobernadores.

Sin embargo, el gran escollo que tiene hoy la conducción del gobernador se llama Martín Piaggio. El jefe comunal de Gualeguaychú quiere ir por el premio mayor. “La expectativa la tengo, me encantaría que fuese una expectativa de todo el pueblo de Gualeguaychú y de muchos entrerrianos y entrerrianas que vean en nuestra forma de trabajar, nuestra ética y forma de comprometernos y transformar la realidad, un camino posible, pero eso no me desvela hoy en lo absoluto”, manifestó en las últimas horas.

Y agregó: “Hoy estoy muy enfocado en lo que estamos haciendo en Gualeguaychú que es lo que más me apasiona. A su vez no tengo plata para eso, sería una campaña muy austera como la misma que me llevó a este lugar en la ciudad, pero a esa escala es muy grande y todavía me parece muy lejano.

Sus declaraciones no cayeron bien internamente. Primero porque no lo expuso puertas adentro. Y segundo porque jugó la carta de la austeridad dejando en evidencia el gasto que se realizará desde el otro lado de la vereda interna.