Para finales de 2021, veinte intendentes bonaerenses decidieron abandonar su rol con el fin de ocupar un nuevo lugar en la Nación, en el gabinete de Axel Kicillof, en CABA y en la Legislatura bonaerense. Detrás de ese movimiento que representó al 15 por ciento del total de 135 jefes comunales que componen la Provincia hubo mucha incertidumbre.

Sucede que para ese entonces, todavía corría la ley aprobada en 2016 por la que los intendentes no podrían buscar la re-reelección. Sin embargo, siempre existen canales como para aprovechar. Y desde la política se encontró la forma de evitarlo a través de un vacío legal que posibilitaba que aquellos jefes comunales que no hubieran completado la mitad de su última gestión no se les compute el mandato.

La fecha de vencimiento quedó estipulada para el 10 de diciembre, dos años después de la asunción de todos. Y para esa fecha, ya eran 20 los alcaldes que había pegado el salto para tomar otro rol que los habilitara para ir por otro gobierno local.

Claro, la historia después dio un nuevo giro y para los últimos días de diciembre, la Legislatura bonaerense aprobó la modificación de un artículo de la normativa en el cual se estipulaba que asumir el cargo alcanza como para computarse a esa acción como un nuevo mandato.

De fondo, además, estaba la discusión central: a partir de cuando se llevaría a cabo la limitación. La norma fue aprobada con el espíritu de ser implementada para comenzar a contar desde entonces y, de esa manera, prohibir las re-reelecciones desde 2023. Sin embargo, desde algunos espacios internos de ambos de los principales frentes políticos se manifestó que no se podía legislar para atrás y que el primer año a contar debería ser el 2019.

Este hecho provocó el primer quiebre legislativo tanto en el entonces Frente de Todos como en Juntos. El Frente Renovador se negó, lo mismo que el sector que se identificaba con la exgobernadora María Eugenia Vidal. Sin embargo, todo prosperó y la modificación comenzará a tener vigencia para los intendentes dentro de cuatro años. Habrá que ver si eso realmente sucede ya que, como es sabido, los tiempos de la política son otros.

Con este marco de fondo vale recordar que los saltos de los intendentes tuvieron diferentes terminales y motivos. Pero de fondo, todos buscaron lo mismo: quedar habilitados para volver a presentarse. De los cinco jefes comunales que pegaron el salto a la Provincia, tres volverán a ponerse al frente de sus distritos para renovar sus mandatos: el actual ministro de Infraestructura, Leo Nardini (Malvinas Argentinas, el Presidente de la Autoridad del Agua (ADA), Héctor Olivera (Tordillo), y el titular del Grupo Provincia, Gustavo Menéndez (Merlo).

Por su parte, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) también se presentará pero no como aspirante a la intendencia. El ministro de Gobierno bonaerense le dejó ese lugar a su delfín, Federico Otermín, y lo acompañará como primer concejal para reforzar la boleta. El administrador general de Vialidad, Hernán Y Zurieta (Punta Indio), tampoco será de la partida. Le dejará la postulación al actual mandatario interino, David Anguiera.  

Por su parte, de la tropa nacional, seis de los 8 intendentes que pegaron el salto volverán a presentarse en sus distritos: Ariel Sujarchuk (Escobar), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juanchi Zabaleta (Hurlingham), Osvaldo Cáffaro (Zárate), Cecilio Salazar (San Pedro) y Francisco Echarren (Castelli). Mientras que Gabriel Katopodis (San Martín) y Santiago Maggiotti (Navarro), no se presentarán.

Como es bien sabido, Jorge Macri consolidó su imagen en CABA y dejó a Soledad Martínez a cargo de Vicente López. El ahora ministro de Gobierno porteño es precandidato a jefe de gobierno de Juntos con el objetivo de reemplazar a Horacio Rodríguez Larreta. Para hacerlo deberá ganarle la contienda a Martín Lousteau.

Para finalizar, de los cuatro legisladores bonaerenses que ingresaron en 2021 solo Érica Revilla buscará retornar al frente de su distrito en General Arenales.

De esta manera, la mitad de los 20 intendentes que pegaron el salto buscará continuar al frente de un distrito a sabiendas que recién en 2027, de seguir así, no podrán volver a presentarse.