Desde el Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López impulsan un plebiscito para que la obra social IOMA deje de ser obligatoria y “todos puedan elegir dónde y cómo atenderse”, le dice a Data Clave, Victorio Pirillo, titular del gremio.

Según asegura, los reclamos de los afiliados cada vez son más por la “falta de atención en rubros clave y el padecimiento al que se somete a los trabajadores. Es un peregrinaje constante. Todo el mundo sabe lo que es IOMA, pero ahora queda más expuesto por la pandemia. Esto es una mecánica perversa. Y, a ciencia cierta, el IOMA no funciona. Al trabajador se le descuenta un montón de plata y se lo priva de poder atender. Es una obra social que mantiene cautivo a los trabajadores”, agrega Pirillo en diálogo con este medio.

La entidad sindical, a través de su secretario general, promueve un plebiscito provincial, aprovechando las PASO para llevarlo a cabo, y que los afiliados a la obra social en toda la provincia opinen si debe ser obligatoria u optativa.

“Tenemos una lluvia de reclamos diarios. Y lo que planteamos es que sean los socios los que decidan. Es un llamado de atención que viene con mucha aceptación. Sé que no es fácil avanzar, pero estamos juntando muchas firmas. Llegó el momento de revertir esta triste realidad en la que a diario mueren y padecen muchas personas por la burocracia. Por cientos de papeles para autorizaciones y cientos de papeles para prácticas. Los médicos también tienen quejas porque les pagan una miseria y a los 6 meses”.

El servicio de IOMA aplica para, entre otros, todos el personal en actividad dependiente de cualquier organismo de la administración general de la Provincia, los jubilados y los pensionados de dicha administración, lo que incluye a docentes, judiciales, salud, seguridad, y también están incluidos los empleados municipales.

En relación a su funcionamiento, Pirillo sostiene que “tenemos una obra social que nace en 1957 por decreto de ley de un gobierno de facto y se siguen manteniendo sin ningún tipo de variante. No puede ser que la gente que te atienda esté a 60 km del domicilio de un paciente. Es un destrato y desprecio a las personas”.

La intención de Pirillo es juntar más firmas esta semana para “poder elevarlo al gobernador y que se tomen cartas en el asunto. No es una realidad expresiva. Acá muere gente todos los días por esto”.

Y agrega: “En este esquema pandémico no todo ha sido desgraciado para algunos. Con el cuento de quédate en casa se redujeron gastos porque no hubo atención en laboratorios y otros servicios. Se disminuyeron los gastos y a la par aumentan los valores de las prepagas. Hay algo que no funciona”.