“Alguien tiene que tomar el tema Alan Ruiz (no sabe si es de la Turca, de Patricia o de quién) para que desmienta todo, la aparición de Martinengo (sobre esto le pasé algo de info). Pero que lo que falta es un relato y una historia coherente de todo, que no basta con que la Turca diga que es todo mentira y no se haga cargo”. Esta nota es una de las pruebas que los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide consideraron claves para involucrar a Darío Nieto en la trama de espionaje ilegal y pedir la indagatoria en la causa que se encuentra en Lomas de Zamora.

Nieto, secretario privado de Mauricio Macri, había negado cualquier tipo de vinculación. De su celular se pudieron rescatar alguna de las cosas que borró y entre ellas se encontraba una nota que, además del pedido de “tomar el tema Alan Ruiz”, comenzaba así: “Mauricio, me llamó Cristian -seguramente porque la Turca lo llamó-.Hizo hincapié en que falta un relato, que estos tipos habían estado en la Metropolitana, nosotros los llevamos a la AFI y nadie se hace cargo ni hay explicación para eso”. ¿Mauricio será Macri? ¿Cristian será Ritondo? ¿Patricia es Bullrich? De La Turca no hay dudas: es Silvia Majdalani.

Los fiscales, al pedir la indagatoria de Nieto, también solicitaron la de Majdalani y la de Gustavo Arribas en este tramo de la causa. Los dos ex jefes de la AFI ya fueron procesados en la parte del expediente que investiga los seguimientos a Cristina Kirchner en agosto de 2018 en su casa de Recoleta y en el Instituto Patria. Para el Ministerio Público Fiscal, ellos dos más Alan Ruiz y Diego Dalmau Pereyra fueron los jefes de una asociación ilícita que se encargó de realizar espionaje ilegal utilizando los recursos del Estado, en violación a la ley de inteligencia y con un claro incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos. Incardona y Eyherabide solicitaron, además, que se les vuelva a tomar indagatoria a todos los espías involucrados y también a la negada por todos Susana Martinengo.

Un total de 191 tareas de espionaje ilegales contabilizaron los fiscales a lo largo de su dictamen de 195 páginas. Allí reprodujeron los diálogos entre espías, las fotos, los comentarios y los informes que fueron elaborando los empleados de la AFI, sin que existiera causa judicial que lo justificara. “Los nombrados conformaron una organización criminal construida desde el propio aparato del Estado Central, en especial desde el Poder Ejecutivo Nacional y una de sus dependencias directas, la Agencia Federal de Inteligencia. Así, con distintos roles, quienes componían la organización, se valieron de su calidad de funcionarios públicos y utilizaron la infraestructura del Estado Nacional para llevar a cabo actividades de inteligencia y/o espionaje en infracción a la ley 25.520, en distintos periodos y abarcando diversas jurisdicciones territoriales”, marcaron.

Las víctimas que se pudieron identificar hasta ahora son: Cristina Fernández de Kirchner; Horacio Antonio Rodríguez Larreta, el Obispo Diocesano de Lomas de Zamora, Monseñor Jorge Rubén Lugones; el Presidente del Partido Justicialista de La Plata Luis Enrique Lugones; el periodista Hugo Alconada Mon; el Presidente de la Cámara Federal Martín Irurzun; Graciela Camaño y Luis Barrionuevo; Matías Arreger; Hugo Antonio Moyano y su hijo Pablo; el ex Intendente de La Plata Pablo Oscar Bruera; el Intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi; integrantes de la comunidad del pueblo Mapuche cuya representación es ejercida por Gabriel Rolando Cherqui; el ex diputado José Luis Vila; el Sacerdote Padre Francisco Olveira Fuster; Diego César Santilli; Ramón Muerza; Waldo Ezequiel Wolff; Emilio Monzó y Nicolás María Massot; el empresario Salvatore Pica y Florencia Macri; y el periodista Rodis Recalt.

SUSI Y DARÍO
De acuerdo al dictamen, la actividad sistemática de espionaje de contenido político se realizó “torciendo la razón de ser” de la AFI. Si bien consideraron responsable a Arribas y a Majdalani, también identificaron el resto de las responsabilidades. De Martinengo pudieron establecer que se reunió y tenía diálogo fluido con dos de los espías (Jorge Sáez y Leandro Araque). De sus manos recibió un informe sobre la comunidad mapuche y otros sobre “escraches” sufridos por Mauricio Macri, además de haber utilizado a los agentes para sus propios intereses. En el escrito de los fiscales quedó expuesta una reunión con Rafael Di Zeo, el barra de Boca, en una oficina que todos llamaban “La Cueva”, sobre la calle Pilar.

La información que “Susi” obtenía la elevaba al por entonces Coordinador General de Asuntos Presidenciales de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, o sea, Darío Nieto. Lejos de no conocerla y si bien Nieto vació su conversación de su celular el 14 de junio de este año, si se pudieron rescatar del aparato de “Susi” los diálogos cordiales y amorosos que compartían. Nieto incluso borró gran parte de la información que había en su teléfono aunque se pudieron rescatar esas notas que daban cuenta de que estaba al tanto de toda la trama de espionaje: en otra de ellas, hay un “speech” que describe las tareas de Martinengo, como para separarla de él.

“Si tenés un informe que no los comprometa a ustedes pasamelo que yo se lo paso a Nieto, al Secretario Privado, como hice la vez anterior”. El extracto pertenece a una de las conversaciones de Martinengo con los espías. Para la Fiscalía quedó claro que Nieto recibió informes vinculados a los mapuches y a las manifestaciones de diciembre de 2017 por la reforma de ley jubilatoria. Se convirtió, entonces, “en un canal subsidiario de la transmisión de la información producida en violación a la ley de inteligencia”.