El crimen del chofer de la línea 620 volvió a dejar en evidencia la inseguridad que castiga al Conurbano. Y en La Matanza, el ejecutivo municipal busca evitar el impacto social y mediático. Es por esto que el jefe comunal Fernando Espinoza eligió el silencio como canal de comunicación ante lo sucedido. Y no es casualidad. La estrategia política es clara: exponer al Ministerio de Seguridad bonaerense a cargo de Sergio Berni.

Sin embargo, en La Matanza el silencio resuena. Y tanto desde adentro del Frente de Todos como de la oposición piden declaraciones que por el momento no llegan pero que podrían darse. Espinoza tiene por delante un escenario complejo. Y lo sabe. El asesinato de Daniel Barrientos vuelve a poner el ojo sobre la inseguridad en el partido en medio de un año electoral. 

Para colmo, el golpe más duro vino desde adentro a través del comunicado que dio a conocer el Evita. La precandidata a jefa comunal del movimiento, Patricia Cubría, se puso al frente de una carta en la que aseguran que en el distrito "no solo faltan patrullas, y personal de seguridad, sino que no hay luminarias, hay un problema social muy grave".

La dirigente, de esa manera, puso el foco en el distrito y le sacó el fuego al rol de la cartera provincial. Y fue por más. Utilizó la misma crítica que le hacen desde la oposición. "Tenemos fondos que en vez de estar invertidos en los vecinos, están en plazos fijos y los intereses no se sabe donde van. Hay subejecución en áreas del ejecutivo municipal. Hay una gestión que está funcionando mal, y hay muchas sospechas del mal manejo de los recursos", cuestionó. 

El impacto es fuerte. Más viniendo desde adentro. "Espinoza no responde ningún pedido de informes y todas las salidas en los medios son compradas. No hay intercambio institucional ni con los vecinos. Maneja todo como una quinta", le cuenta a este medio un dirigente de la oposición.

El jefe comunal guarda bronca. Entiende que desde el kirchnerismo avalaron el ingreso del Evita a la pelea y hoy tiene más de un flanco por proteger. Y, al igual que otros intendentes, reclama por más intervención en seguridad. El alcalde siente que se están “loteando” políticamente los distritos y los principales perjudicados son quienes hoy son gobierno. Más cuando suceden situaciones como estas que los dejan expuestos ante los vecinos pese a que la responsabilidad principal recae en la Provincia.

Y hoy la relación entre la Provincia y algunos intendentes volvió a resentirse. Más luego de las declaraciones de Berni en las que sostuvo que “es tanta la emergencia de recursos humanos que tenemos en la fuerza que el Gobernador tomó la decisión de incorporar 20 mil efectivos más”. Y apuntó de lleno contra los alcaldes: “Para eso involucramos a los intendentes, a algunos de ellos les dijimos que les íbamos a traspasar 1500 efectivos, solamente tenían que preocuparse de reclutarlos, algunos no juntaron ni uno”.

Según cifras de un informe oficial gubernamental, las 20 mil plazas nombradas por Berni son en realidad 16.501 cupos de oficiales egresados, distribuidos en 33 municipios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). No obstante, hay varios intendentes que no reclutaron ni un solo cadete.

Además, según dio a conocer el precandidato a intendente de Juntos, Lalo Creus, “dos horas antes del asesinato del chofer se fugaron tres delincuentes de la comisaría 9na de Ciudad Celina”, en La Matanza.