Siguen marcándose las fuertes diferencias en el Frente de Todos entre el entorno del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Luego de varios gestos públicos de Máximo Kirchner cuestionando al Gobierno, desde el oficialismo realizaron un acto en Rosario para defender la gestión, reclamar solidaridad en la unidad y pedir construir para el 2023.

La coalición gobernante vive uno de sus momentos más tensos a nivel político y de gestión, inclusive superior al pedido masivo de renuncias que realizaron los ministros kirchneristas tras la derrota en las elecciones PASO de 2021.

En los últimos días, el kirchnerismo volvió a mostrar sus diferencias con la conducción nacional y lo materializó en varias salidas públicas. Una de ellas fue de Cristina Fernández, quien compartió un acto público con Sergio Massa y reconoció que no tiene diálogo con el Presidente, sumado a que le regaló un libro que habla de la hiperinflación durante la gestión de Raúl Alfonsín.

En esa línea, la voz más potente de la disidencia interna es la de Máximo Kirchner. El diputado, tras su renuncia a la presidencia del bloque oficialista, se lo ve en varios actos públicos con la militancia peronista. En su carácter de presidente del Partido Justicialista bonaerense, compartió varios encuentros. El último fue en Merlo, donde le bajó el precio a la unidad y dijo que "no sirve amontonarse por amontonarse".

Ahora, la respuesta vino por parte de la conducción tipificada como "Albertista", por su respaldo al Presidente. En Rosario, se desarrolló un acto denominado "Presente y Futuro de la Argentina", organizado por la Corriente Nacional de la Militancia del Frente de Todos. Participaron ministros, funcionarios y militantes. Entre ellos, estuvieron los ministros de Desarrollo Social y de Desarrollo Territorial y Hábitat, Juan Zabaleta y Jorge Ferraresi, la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, la secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco, y el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi.

Tweet de Norma López

Estos últimos dirigentes de peso brindaron discursos y mantuvieron una misma línea discursiva: resaltaron los puntos "positivos" del Gobierno, reclamaron unidad a los indecisos y cuestionaron a los dirigentes que siempre ven "el vaso medio vacío".

"Hemos cometido errores, por supuesto que sí. Pero no me pueden identificar una sola política del Gobierno nacional que haya ido en contra de la producción y el empleo en Argentina. Tienen un gabinete nacional compenetrado con esto", dio al cierre Todesca.

En tanto, luego fue el turno de 'Juanchi' Zabaleta, con un potente discurso en favor de la unidad del Frente de Todos. "No es momento de especular, es momento de morder los dientes e ir para adelante. Basta de golpearnos entre nosotros compañeros, basta. Dejemos de hablar entre nosotros y de nosotros", lanzó el ministro.

Y luego, cerró: "No equivoquemos al que tenemos en frente con el que tenemos al lado. El que está al lado empuja del carro. Que no me quieran cantar lo que es caminar un barrio. Hay 2023 si logramos que este año los argentinos vivan mejor, ese es el desafío".

El siguiente turno fue para Vilma Ibarra, con muchas críticas a los sectores que vienen marcando diferencias permanentes dentro de la coalición oficialista. "Estamos unidos por el compromiso con nuestra sociedad, por lo que dijimos que íbamos a hacer juntos y sin pelearnos. Nosotros acá venimos a reclamar que eso se cumpla", exigió.

Tweet de La Corriente Santa Fe

Y luego, con críticas indirectas a Máximo Kirchner, lanzó: "Acá no se salva nadie solo, hubo una promesa de hacer las cosas juntos. Esa idea del que me puedo salvar solo, o que puedo salvar mi espacio para después volver, es la peor herencia del neoliberalismo al que combatimos".

A su turno, también habló Ferraresi, considerado como "el más kirchnerista de los albertistas" y "el más albertista de los kirchneristas". En un tono mucho más moderado, resaltó virtudes de Cristina Kirchner y recordó los momentos de gestión durante el gobierno de Cambiemos, donde denunció recortes y discriminación a los municipios kirchneristas.

"Tenemos un problema político. Si no lo ponemos por encima de la mesa, va a ser muy difícil poder resolverlo", comenzó diciendo Ferraresi. Después, amplió: "Cuando Cristina nos invitó a construir el Instituto Patria éramos muy poquitos. Construimos una unidad que hoy tiene dificultades. A veces, en lugar de resolverlo, nos ponemos a comentar la realidad. Pero nosotros no venimos a comentar la realidad, venimos a transformarla".

"El Frente de Todos no lo decidieron los dirigentes, lo construyeron los militantes. Todos nos pedían que nos dejemos de joder y que nos juntemos. ¿Hoy alguien nos dice que rompamos? No lo dice, entonces dejémonos de joder e interpretemos a la gente para construir unidad", concluyó.

El último turno fue para Agustín Rossi, anfitrión del encuentro y hoy con muy buen vínculo con Alberto Fernández. El 'Chivo', en un tono elevado, se mostró molesto también con los dirigentes que piensan más en tensionar hacia adentro que en sostener al Gobierno. "Hay más unidad en la gente que en los dirigentes, y eso está absolutamente claro", lanzó.

Y en otro pasaje, sumó: "Parece que el el problema no lo tenemos en nuestros militantes, lo tenemos en nuestra dirigencia que a veces queda de brazos caídos y que cree que todo lo que hicimos no sirve para nada".

"Tenemos un problema de relato. Los voceros del vaso medio vacío son muchos más potentes que los del vaso medio lleno. Hace unos días parecía que nos íbamos a morir de frío porque no teníamos a tener gas o electricidad. El jueves y viernes se resolvió, pero hoy no sale en ningún lado", consideró.

Al cierre, hubo un aplauso para Rossi y para todos los dirigentes presentes. Los disertantes y organizadores, en un mensaje de unidad, se subieron al escenario y entonaron las estrofas de la Marcha Peronista. De fondo, mostraron una foto de Alberto Fernández junto a Cristina Fernández, en los tiempos de campaña.