El flamante "superministro" de Economía, Sergio Massa, mantuvo una reunión protocolar con el extitular de Desarrollo Productivo y otra vez designado como embajador de Brasil Daniel Scioli. Encuentro entre ambos dirigentes que acarrean un pasado de odio y desavenencias políticas.

Según pudo saber Data Clave, el encuentro entre Massa y Scioli se dio de manera protocolar para hacer una transición ordenada del nuevo rumbo del Gobierno nacional, que se materializará a partir de la próxima semana con la asunción del todavía titular de la Cámara de Diputados.

El cónclave de Massa y Scioli fue a solas, prescindiendo de sus colaboradores y a puertas cerradas, con el fin de que no se filtre nada de lo que conversaron ambas partes. Vale recordar que ambos dirigentes mantienen una fuerte enemistad política desde 2015, cuando Massa quería sumarlo para su proyecto político del Frente Renovador, pero sobre el final terminó siendo el candidato a presidente del Frente Para la Victoria.

Luego de la conversación, ambos habían pactado dar una conferencia de prensa para comentar los pasos de la transición, pero el propio Massa la terminó suspendiendo. Sin embargo, ambos asistieron a la convocatoria de la prensa y estuvieron poco más de 50 segundos ante la mirada de los periodistas.

Tweet de Daniel Scioli 🇦🇷

En ese minuto, Massa tomó la palabra y agradeció a los presentes, pero se limitó a dar declaraciones y ratificó que el miércoles se anunciarán medidas económicas, dado que recién el martes asumiría formalmente a su puesto. Luego se paró, lo abrazó a Scioli y lo dejó solo en la rueda de prensa.

El exministro de Desarrollo Productivo no respondió preguntas, habló poco más de cuatro minutos y, entre las conclusiones, aseguró que el problema de la Argentina "no es económico, es financiero" y el país "tiene con qué salir". "En eso coincidimos con Sergio Massa", dijo.

La relación entre Massa y Scioli nunca fue buena desde esa situación que se dio en 2015 y tampoco se recompuso el vínculo tras la fugaz llegada de Scioli al ministerio de Desarrollo Productivo, luego de lo que para muchos fue una gestión "exitosa" en Brasil, motivo por el cual Alberto Fernández pidió mantenerlo en esa Embajada.

La llegada de Scioli al ministerio había provocado un gran enojo en las tropas del Frente Renovador, las mismas que le exigían a su propio jefe una definición política respecto a cuál sería el rol del espacio en el Frente de Todos. Es más, por este motivo, Massa pospuso para agosto un congreso que iba a tener su frente político.

Scioli, en un acto de resiliencia pocas veces visto, se subordinó a las órdenes de Alberto y en los próximos días volverá a trabajar en la embajada de Brasil, delegando su ministerio a un Massa que se terminó quedando con la conducción económica del país.