Hoy a las 14 horas volverá a reunirse la mesa del hambre, coordinada por el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo y por Victoria Tolosa Paz, presidenta del Consejo Federal de Políticas Públicas. A esta mesa la integran, además, diversas figuras públicas tales como el conductor Marcelo Tinelli, la chef Narda Lepes y el periodista Martín Caparrós.

El último encuentro se realizó el 20 de diciembre de 2019, y el escenario era distinto. El Gobierno se enfrentaba a un escenario recesivo y con la pobreza alcanzando el 40%, pero de aquella reunión a la que tendrán este mediodía, el escenario es ampliamente más dramático: el país saldría de la pandemia con una de cada dos personas en situación de pobreza. 

Es el panorama que recibirá y analizará la Mesa del Hambre, uno de los sellos que impuso el presidente Alberto Fernandez en los albores de su gestión. Más desgastado y con más urgencias, los desafíos para esta mesa serán aún más complicados. Y si bien las noticias malas sobran, destacarán un punto positivo: en el primer semestre de 2020 se cuadruplicó la asistencia alimentaria. 

Arroyo insiste en que la situación social es “crítica pero estable”. Crítica producto de las consecuencias de la crisis que profundizó la pandemia del coronavirus. Y estable porque, según el Ministerio de Desarrollo Social, en la primera parte del año “se multiplicó por cuatro la asistencia alimentaria de todo el año pasado para asistir a los sectores sociales con mayores necesidades”. Detallan que se destinaron $60.000 millones de pesos a la asistencia alimentaria.

La inversión social contra el hambre se tradujo en la tarjeta alimentaria, comedores escolares, comedores comunitarios, merenderos y módulos de asistencia alimentaria directa, entre otros proyectos. En los inicios de la pandemia el ministro Arroyo se vio envuelto en una polémica por sobreprecios en la compra de alimentos luego enviados a comedores. Eso generó que se modifique la estrategia de designación de recursos.