El descalabro que generaron las PASO en el gobierno nacional tuvo fuerte repercusión en todo el país, en especial donde gobierna el Frente de Todos. Pero hubo una provincia que fue más afectada que las demás. Sucede que el nuevo jefe de gabinete de la Nación será ni más ni menos que el gobernador de Tucumán, Juan Manzur.

El dato es que el mandatario tucumano tiene su propia interna en la provincia, donde incluso compitió en estas PASO contra su propio vicegobernador. Incluso había aceptado la propuesta de Alberto Fernández con una condición: que el vicegobernador Osvaldo Jaldo no lo reemplazara.

Inicialmente, Jaldo había aceptado un cargo en Nación pero luego se echó para atrás y quiere asumir el cargo que le corresponde por Carta Magna. Esta mañana se llevó a cabo una reunión final que terminó de sellar el acuerdo. Finalmente, Jaldo asumirá el cargo que deja vacante Manzur para asumir la jefatura de gabinete de Nación. El propio Presidente Alberto Fernández ofició de mediador.

"Por primera vez en la historia, un tucumano ocupará un cargo tan importante como es la jefatura de gabinete de ministros. En este contexto se da que tengo que ir a Buenos Aires y lo que corresponde es que el vicegobernador asuma la gobernación", apuntó Manzur tras la reunión.

"Las internas pasaron y ahora tenemos que encarar esta nueva etapa hacia adelante. Coincidimos en que Mansilla sea el legislador subrogante que lo acompañe en la gestión. Esto logrará la unificación de nuestro bloque. Me voy contento, tranquilo. Y desde allá seguiré trabajando para Tucumán", agregó el todavía mandatario.

"El compromiso con Osvaldo es que se queda cada uno en su lugar. Yo en realidad tomo licencia, así que esperemos que vaya todo bien. Tengo mucha esperanza y mucha confianza en poner todo de mi parte al gobierno nacional", sentenció Manzur.

 “El presidente ha tenido una gran consideración al reconocer a la provincia de Tucumán y a la figura de nuestro gobernador. Al ausentarse el señor gobernador, quién se hará cargo del Poder Ejecutivo será el que habla. Así, mientras dure la licencia que acaba de salir a la Legislatura y que será tratada hoy mismo”, apuntó el vice tras el encuentro. Y agregó: “Nuestro gobernador tiene que irse lo más tranquilo posible”.

Según trascendió, el acuerdo incluyó negociaciones para modificar la estructura de autoridades en la Legislatura provincial; también la unificación de los bloque parlamentarios peronistas que se habían separado por la disputa.

“Si en una familia que son cuatro o cinco hay diferencias, ¿cómo no va a haber diferencias en el partido justicialista de Tucumán, que somo tantos; parte de esas diferencias las hemos limado en las internas partidarias”, sentenció Jaldo.

Esta controversia provocó un quiebre en la fórmula que había obtenido la gobernación de la provincia en 2015 y en 2019 con más del 50% de los votos en ambos comicios. La ruptura del vínculo tuvo una confrontación final en las urnas el domingo 12 de septiembre: el oficialismo se dividió y Manzur y Jaldo acompañaron dos listas distintas. 

La boleta liderada por Pablo Yedlin para el Senado -Manzur la integró como senador suplente- y Rossana Chahla para Diputados obtuvo el 60% de los votos en la interna del peronismo contra el armado opositor del vicegobernador. El flamante jefe de Gabinete sacó casi cien mil votos más que Jaldo, que al postularse como primer precandidato a diputado podría quedar segundo en la lista ganadora.

Este enfrentamiento suma un nuevo capítulo a la crisis del Frente de Todos, ya que inicialmente el vicegobernador había aceptado mudarse también él a Buenos Aires a alguna responsabilidad institucional a nivel nacional. Sin embargo, poco después del anuncio de que Manzur sería el nuevo Jefe de Gabinete, Jaldo dio marcha atrás y quiere ser gobernador tucumano en vez de tener un cargo en la administración nacional.

La encrucijada en Tucumán será difícil de zanjar.  El sucesor natural de Manzur es Jaldo, según la Carta Magna provincial. Pero además, quien le sigue es también de la línea del vicegobernador: Regino Amado, titular de la Legislatura tucumana. 

En este sentido, el flamante jefe de gabinete de Nación impulsa la figura del jefe del bloque Lealtad Peronista, Sergio Mansilla, para que sustituya al gobernador durante su licencia. Pero también un escenario más complejo: un eventual llamado a elecciones dado que la fórmula no completó el 50% del mandato. Y un último manotazo forzado, ya que como Jaldo perdió las últimas elecciones, sostienen que sería ilegítimo que quedara al mando del poder ejecutivo provincial.