El regreso a las clases en Argentina es inminente. En dos semanas ya habrá distritos que inicien el ciclo lectivo y en tres se sumará gran parte del país. Con protocolos, de forma gradual, con sistema mixto entre la presencialidad y la virtualidad, pero de forma más decidida y plena.

También con tensiones, pues siguen las negociaciones entre Nación, Ciudad, los gremios e incluso la Justicia. El ministro de Educación, Nicolás Trotta, afirmó hoy que "la presencialidad cuidada debe volver a ser el ordenador del sistema educativo", pero hizo hincapié, otra vez, en que “cada distrito puede organizarse según sus características".

De esta forma, el funcionario delega en sus colegas provinciales la responsabilidad en el regreso a las aulas. Y mantiene al Consejo Federal de Educación como ente que baje las principales líneas para este particular ciclo lectivo. 

Trotta afirmó, en diálogo con CNN Radio que "no podrán volver a clases todos los chicos simultáneamente" y explicó que habrán "bloques semanales de grupos para garantizar al menos la mitad de los días y el tiempo en la escuela".

Marcó también que "las decisiones se tomarán en la mínima unidad geográfica posible",  para que la suspensión de clases en alguna escuela no implique “hacerlo en toda una provincia".

“El desafío es priorizar la presencialidad y avanzar en la intensidad, y si en algún momento, por la situación epidemiológica, hay que suspender las clases, que sea por poco tiempo", explicó el ministro. 

Aseguró, a su vez, que hay consenso con las diversas fuerzas políticas y las organizaciones docentes “para una vuelta segura a la presencialidad" pero aprovechó para cuestionar la postura adoptada por Juntos por el Cambio, que encabeza el expresidente Mauricio Macri: “Celebro esta preocupación de una porción de Juntos por el Cambio por la educación, que lamentablemente no tuvieron cuando fueron gobierno. En los cuatro años de Macri la inversión educativa cayó en un tercio”.