Las medidas dictadas en materia de educación desde la llegada de la pandemia fueron uno de los principales focos de conflicto entre ejecutivo bonaerense y la oposición. En la previa de las PASO, incluso, Juntos utilizó ese argumento, entre otros, para buscar el voto en contra de un gobierno provincial que, a su mirada, fue “el epicentro de la tragedia educativa”.

Desde el inicio de la virtualidad de las clases en marzo de 2020 hasta el regreso total de la presencialidad en agosto pasado las críticas fueron in crescendo. Y los dardos no cayeron solo contra el gobernador Axel Kicillof. La principal apuntada fue la directora de Cultura y Educación, Agustina Vila, quien tras los cambios en el gabinete de provincial era una de las sindicadas para dejar su lugar.

Sin embargo, el mandatario provincial revalidó su cargo e, incluso, le dio más poder de fuego con el lanzamiento del Programa Más Acompañamiento a las Trayectorias y la Revinculación (ATR), que está dirigido a estudiantes de nivel inicial, primario y secundario que necesiten afianzar sus trayectorias educativas o rendir materias previas. Consistirá en actividades presenciales a contra turno y los días sábado que comenzarán este mes, continuará hasta fines de diciembre y se reanudarán en febrero.

Vila quedó en el centro de la escena por la comparativa constante con CABA, donde el retorno se habilitó antes sin medidas de distanciamiento algo que fue muy criticado por el entonces ministro de Educación NicolásTrotta y que, incluso, en las últimas horas, sigue generando rechazos dentro del ámbito educativo tal como quedó expuesto con el video de los maestros de Villa Soldati que increparon a los funcionarios de Educación con una frase que caló hondo: “Presencialidad criminal”.

Envalentonados por el resultado electoral, la oposición no dudó en cargar contra Kicillof y Vila por no tomar una decisión sobre su cargo.  “Quedó claro que la agenda de educación no es prioridad de este gobierno para nada y que la única política educativa que tienen es la ideología. Por eso militaron el cierre de las escuelas y por esa decisión arbitraria, 500 mil chicos perdieron contacto con la escuela”, le dice a Data Clave la diputada bonaerense Johanna Panebianco. Y agrega: “Les quitaron la oportunidad de desarrollarse y progresar. La ministra Vila tiene la responsabilidad de reintegrarlos al sistema educativo. Que demuestren que no apuestan a una población ignorante y dócil”.

En la misma línea, la senadora bonaerense Aldana Ahumada afirma que “nuevamente vemos cuáles son las prioridades del gobierno de Kicillof, los chicos estuvieron sin ir a clases presenciales un año entero y en lo que va del año aún hoy no se regularizó la escolaridad, y hacen anuncios indicando que habrá contraturnos y clases los sábados no por real preocupación de los chicos y su futuro, que está en juego, sino por política, por el voto de todos los bonaerenses que le dijeron ‘basta’. Basta a dejar a nuestros hijos sin futuro”

Y suma que “nunca tuvimos evidencia de en qué se basaron para tomar las decisiones, desde el Senado la hemos invitado varias veces para que nos cuente el contexto y nunca obtuvimos respuesta, nunca se hizo presente. Deberían estar ocupándose de ver cómo se recuperan todos los alumnos que se han caído del sistema educativo; y como de ahora en más los bonaerenses tienen la educación que merecen para ser competitivos en el futuro”.

Claro. Desde el ejecutivo bonaerense no piensan lo mismo. “Agustina es una excelente funcionaria, que siguió al pie de la letra todo lo recomendado desde la jefatura de gabinete y desde salud. Ella siempre trabajó en pos de generar las mejores herramientas para que los chicos puedan tener clases. No por nada el reclamo de los 35 docentes fallecidos está en CABA y no en Provincia”, le dice a este portal un dirigente del gobierno provincial.

Pero desde la oposición la embestida es dura. “La Provincia fue el epicentro de la tragedia educativa”, sostiene en diálogo con Data Clave, Juan Pablo Allan. Y añade: “No se entiende la permanencia de la ministra, que es la máxima responsable de esta situación. En CABA nos llevan siete meses de ventaja en la recuperación de la normalidad educativa y ahora les piden a los chicos y a los padres de la Provincia que recuperen todo lo perdido en tiempo record. Una gran parte de los votos perdidos por el oficialismo tienen que ver con la pésima gestión del Ministerio de Educación”.

Para cerrar, quien toma la palabra el senador Juan Carrara, que sostiene que “las políticas educativas estuvieron ausentes en este año y medio, y Vila estuvo en silencio. Después de unas elecciones desfavorables ahora salen con medidas educativas que no alcanzan para equilibrar el desastre de estos años. Cerraron las escuelas, hipotecaron la educación de los chicos y dejaron solos a los docentes. Los datos del propio ministerio de Educación de la Nación dicen que medio millón de chicos de la Provincia dejaron la escuela”. Y concluye: “La gestión educativa fue muy mala. No es algo que decimos nosotros como oposición sino que lo dicen miles de familias bonaerenses”.