“La actividad económica no se cae a pesar de la sequía. Se mantiene. Hay un nuevo ‘tractor’ que es el de Vaca Muerta, que con un crecimiento del 42% interanual en la inversión y que no repercute solo en Neuquén, sino también en toda la cadena de valor”, destacan fuentes del ministerio de Economía, para hablar sobre el PBI.

Esa mirada contrasta con la noticia de esta semana de que el brasileño Banco Itaú, puso en venta su operatoria en el mercado local, y tiene al Macro como un posible vendedor.

En los últimos tres años, durante la presidencia de Alberto Fernández, unas 30 multinacionales se fueron o achicaron sus negocios en Argentina, ya sea por no poder girar dinero al exterior, hacerse de dólares para operar en la plaza local, las regulaciones internas, y también por cuestiones propias.

Solo como ejemplo, la cadena de compras Falabella, se fue del mercado local por la crisis que atraviesan los “shopings” frente a las ventas on-line. Pero otra chilena, LaTam, dejó los vuelos de cabotaje ante la negativa de las autoridades de otorgarles las mismas relaciones con sus trabajadores como tuvo Aerolíneas Argentinas durante la cuarentena.

En tanto, la italiana Enel, mantiene a la venta Edesur, debido a la falta de acuerdo sobre el marco regulatorio para las empresas de energía.

Mientras estas, y otras 20 compañías se van o venden su posición a empresarios locales, se producen nuevos “desembarcos”, como el caso de compañías chinas que han firmado un acuerdo para establecer un puerto en Tierra del Fuego.

El gobernador Gustavo Melella ratificó mediante el decreto provincial 3312/22 la construcción de la base naval y dio giro a la Legislatura de Tierra del Fuego, para que sea tratado por sus diputados. El acuerdo fue firmado con la empresa estatal china Shaanxi Chemical Industry Group Co. Ltd.

El memorándum el régimen asiático eligió a aquella provincia porque “está ubicada en el extremo sur de Sudamérica, es rica en recursos de gas natural y es una de las nuevas potencias industriales de Argentina”, en referencia al ensamble tecnológico que se desarrolla en Tierra del Fuego.

Si bien no se especifica, la terminal portuaria multipropósito se desarrollaría en la ciudad de Rio Grande.

Para el titular de la consultora Economía y Sociedad, Julián Cuenca, estos movimientos “demuestran que la economía argentina va hacia un modelo cada vez más extractivista y primario”.

“Se dejan de lado empresas de servicios pero ingresan mineras y productoras de insumos petroquímicos que se elaboran en otros país”, dijo Cuenca en declaraciones a Data Clave.

Sin embargo, advirtió, “se pueden recibir inversiones en todos los sectores, ese sería el mejor escenario” y pidió “no confundir desarrollo con el solo hecho de procesar la materia prima que tenemos”.

En Argentina “somos buenos haciendo agroindustria, pero si queremos hacer baterías con el litio que tenemos en el norte, la importación de todos los componentes para armarla se va a terminar 'chupando' el superávit que tendríamos solo exportando el material. Hay que hacer bien los números”, dijo el consultor.