El Gobierno remarcó en un comunicado publicado en la mañana de este sábado que "Argentina ha permanecido comprometida de buena fe con sus acreedores internacionales". Destacó una vez más el esfuerzo realizado en el marco de crisis económica y sanitaria para presentar la oferta.

El texto propone "la elaboración de instrumentos contractuales que mejoren el éxito de las iniciativas de reestructuración", que podría representar modificaciones desde el punto de vista técnico, pero no se expresa sobre la posibilidad de mejorar las condiciones económicas del pago. 

El comunicado de la República Argentina sobre el proceso de restauración de la sostenibilidad de la deuda pública en moneda extranjera:

A pesar del lamentable paso hacia atrás, Argentina ha examinado las nuevas solicitudes en forma constructiva y de buena fe. Aquellos aspectos de la contrapropuesta que buscan imponer cargas adicionales a una economía que se está ahogando en plena crisis del COVID-19, en donde se ha hecho un esfuerzo enorme por preservar la vida humana a costa del bienestar inmediato de la población, deben saber que sus reclamos no pueden ser acomodados. No sólo sería irresponsable, sino que también sería injusto. Con más del 50% de las niñas y los niños argentinos viviendo en la pobreza, no podemos mejorar las ganancias de corto plazo de nuestros acreedores a costa de detraer recursos necesarios para darle a nuestras niñas y niños al menos la oportunidad de un futuro mejor. Argentina y la comunidad de acreedores tienen un interés común: el crecimiento sostenible a largo plazo. Ese es el único camino verdadero para generar una recuperación de valor para los acreedores en términos equitativos. Argentina no puede perder ni perderá de vista ese objetivo. Ningún acuerdo vale ese precio.

Por la misma razón, Argentina desea contribuir y contribuirá a la elaboración de instrumentos contractuales que mejoren el éxito de las iniciativas de reestructuración de deuda soberana cuando los deudores tengan apoyo significativo de los acreedores. Los ajustes a los modelos de contrato elaborados por el International Capital Markets Association (ICMA), que fueron adoptados por Argentina en 2016, en la medida en que gocen de un apoyo generalizado, también serán apoyados por Argentina.

Argentina tiene la plena intención de llegar a un acuerdo sostenible que no someta a su pueblo a más sufrimientos y angustias. Sobre la base de esas premisas, el gobierno argentino manifestó que la propuesta del 6 de julio es la oferta definitiva de la República a sus acreedores y representa el máximo y último esfuerzo que el país puede sostener. Con esa convicción, nuestro país alienta a la comunidad de acreedores a aceptarla, sabiendo que de no ser así toda negociación futura será más compleja porque más difícil será la situación que enfrente Argentina.