Los operadores del mercado ya apuestan a que el dólar mayorista para el mes de mayo aumentará en torno del 4,1% al 4,3% y fijan perspectivas de inflación para mayo en un piso del 5% y del 70% anual. De hecho, muchos apuestan a que el dólar está atrasado, en especial el blue. En lo que va del año, el informal cede $2 después de terminar el 2021 en $208. En 2021, registró un alza de 25,3% ($42), la mitad respecto de la inflación del período (50,9%).

Si bien en la Casa Rosada creen que la suba de precios empezó a detenerse y que bajará fuerte a partir de septiembre de este año, en el mercado creen que hay una galopante “dolarización” de los precios que no están regulados. Y ponen como ejemplo la comparación del precio en dólares de abril de 2022 versus el promedio de julio 2012/abril 2022 de los automóviles, que se han encarecido un 62 % en dólares respecto del promedio de la última década.

Pero no son solo los precios de los autos: de acuerdo a un relevamiento del IERAL, la Indumentaria, pasajes de avión y electrónica también se han encarecido en dólares, aunque menos que los autos, ya que contra 2019, en abril de 2022 los autos cuestan un 98% más en divisa estadounidense (tipo de cambio oficial), la indumentaria un 68 % y un 50 % los electrodomésticos y los pasajes de avión. “En el otro extremo”, señalan en el IERAL/ Fundación Mediterránea “el agua se ha abaratado un 55 % en dólares, la electricidad un 42 % y el gas un 40 %”

Lo cierto es que a pesar de las dos velocidades en que se está expresando la dolarización de la economía argentina, el deterioro de la distribución del ingreso y el encarecimiento relativo de los alimentos afecta a todos por igual. La novedad es que este escenario de bajos salarios para la mayor parte de la población se da con una economía que tiene niveles de actividad relativamente altos, que parece estar creando más trabajo, reduciendo el desempleo y aumentando las importaciones.

En este contexto desde el Palacio de Hacienda señalan que si bien la economía cayó 0,7% mensual en marzo, en el primer trimestre mostró un crecimiento del 6,1%, lo que asegura números verdes a fin de año. En el gobierno sostienen que se crecerá por encima del 3,5% este año, pero muchos analistas creen que eso no pasará y solo se mejorará un 2,5% el PBI. 

Peara el oficialismo, que ya piensa en la presidencial de 2023, las dudas sobre el precio de la divisa verde tiene que ver más con la inflación que con temas financieros puros. Y es que si en los próximos meses la desaceleración de la inflación, que ahora se  evidenciaba a la baja pero desde un piso muy alto, no logra reducir rápido su escalada, se producirá una nueva y peligrosa espiralización, lo que dejaría fuera de juego a los candidatos del Frente de Todos, que cargarían con un dólar en alza y una inflación que acompañan a la divisa verde. Un escenario que en términos electorales pone al oficialismo a la baja. Eso que tanto anhela el gobierno para el dólar y la inflación.