El optimismo oficial que trajo, el viernes pasado, el anuncio de un principio de acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional se fue diluyendo con el correr de los días. El Gobierno nacional deberá recorrer mucho camino todavía para dar por finalizado este tema y, para llegar a ese objetivo, hay varios frentes abiertos.

En ese contexto, las últimas declaraciones del presidente Alberto Fernández durante su visita a Rusia preocupan hacia adentro de la fuerza gobernante y también a sectores empresarios locales que esperan con ansias un esquema de solución al problema de la deuda con el organismo. 

Las dificultades para sacar adelante la refinanciación de los US$ 45.000 millones tomados durante el Gobierno de Mauricio Macri nunca fueron netamente técnicas, sino más bien políticas. De hecho, fue una jugada política el desembolso de aquel préstamo.

Jugada "al fleje" de Alberto con Putin tensiona relación con Biden y complica acuerdo con el FMI

Salida política

“Esto es una cuestión de poder. No existe la caridad. Por supuesto que hay aspectos técnicos importantes, pero es un proceso político una negociación internacional sobre deuda”, manifestó el ministro de Economía, Martín Guzmán, días atrás.

Ciertamente, las negociaciones se dieron así entre Argentina y el FMI. Estados Unidos maneja el directorio del organismo: tiene poder de veto y una gran influencia sobre los demás países que lo conforman. Sin su aval, no habría siquiera un principio acuerdo técnico, ni mucho menos se dará la firma de un programa de facilidades extendidas.

En ese marco, las declaraciones del Presidente en su paso por Rusia fueron llamativas. “Yo estoy empecinado en que Argentina tiene que dejar esa dependencia tan grande que tiene con el Fondo y con Estados Unidos. Y tiene que abrirse camino hacia otros lados. Y ahí es donde me parece que Rusia tiene un lugar muy importante”, señaló el presidente frente a su par ruso Vladimir Putin.

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Frente externo

Mientras tanto, las negociaciones entre el Ministerio de Economía y Washington continúan. Según explicaron a Data Clave desde el Palacio de Hacienda, tardarán todavía entre 3 o 4 semanas hasta llegar a un Memorándum Técnico de Entendimiento que posteriormente deberá elevarse al Congreso para su aprobación. Falta un camino largo todavía.

Un funcionario del Gobierno nacional, ante la consulta de Data Clave sobre si las declaraciones de Fernández con Putin podrían tener algún impacto en la relación con Estados Unidos, sentenció: “y, ayudar no ayuda…”

Un empresario que forma parte de la cúpula de la Unión Industrial Argentina se mostró preocupado ante Data Clave por las declaraciones del Presidente. "Necesitamos un acuerdo con el FMI para tener estabilidad, no hay a posibilidad de resistir a un default", precisó.

Además, agregó que ese entendimiento podría liberar el financiamiento internacional para las empresas "que hoy está cerrado". "Argentina necesita crecer, para eso hay que contar con dólares que financien la recuperación. Cómo vas a hacer aislado del mundo", resaltó el dirigente empresario.

Vale recordar que se viven horas de zozobra en Ucrania, donde el gobierno norteamericano tiene puesto los ojos ante una posible invasión de Rusia. Por el momento, nadie quiere arriesgarse a un conflicto bélico pero es un momento de tensión a nivel mundial.

Cerca del presidente la visión de los hechos es distinta y no ven fisuras sobre las acciones llevadas a cabo hasta el momento. “Alberto no dijo nada fuera de lo que venimos planteando. La sobreexposición que tenemos al FMI no es buena, y EEUU tiene una gran incidencia en el board como vimos. La dependencia es incompatible con un modelo de desarrollo. Amigos de todos, satélite de ninguno”, manifestó a Data Clave un funcionario que forma parte de la comitiva que acompaña al Presidente en su viaje por China.

Frente Interno

El otro frente que se abre también es hacia adentro del Frente de Todos. La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en Diputados pareció ser un primer movimiento de un proceso que mutará en los próximos días

El diputado nacional no está conforme con el acuerdo, lo manifestó públicamente, y hay legisladores en la Cámara baja que opinan en la misma línea que él. Ya no es necesario el "off the récord" para ilustrar las diferencias internas.

Esta mañana lo explicó muy calor la diputada Cecilia Moreau, quien presentó su renuncia a la vicepresidencia del bloque después de que designaran como nuevo presidente Germán Martínez.

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“Siento que Guzmán no tuvo la dedicación que tendría que haber tenido para conversar con el bloque”, sostuvo en primer lugar y añadió en relación a una eventual votación del acuerdo con el FMI: “Cada uno va a hacer lo que quiera en el bloque, tenemos compañeros que están a favor y otros tenemos diferencias y preocupaciones. Somos un espacio político con diferencias”.

Por su parte, la gerenta general del Fondo, Kristalina Gerogieva, reconoció los límites potenciales que hay en Argentina para realizar cambios en la política económica durante los próximos años. Las dificultades vendrían de la "oposición de la parte más radical de izquierda de la coalición peronista gobernante del país", indicó la agencia Bloomberg.

Contrarreloj

Los tiempos son tiranos para las necesidades financieras de Argentina. La sanción en ambas Cámaras deberá llegar antes del próximo 21-22 de marzo cuando vencen con el organismo poco más de US$ 2.800 millones entre capital e intereses. Ese dinero no está en el Banco Central

Además de ese vencimiento, hay pendiente una renegociación con el Club de París por US$ 2.000 millones que dependen del entendimiento con el FMI y vencen a finales del tercer mes del año.

También peligran créditos del BID, del Banco Mundial y de la Banca Europea de Inversión, entre otros. El viaje que está llevando adelante Alberto Fernández busca atraer inversiones de Rusia y China, pero no habrá un buen desenlace sin acordar con el FMI primero.

En lo inmediato, una demora en la sanción de un acuerdo, y peor un atraso en los pagos al Fondo, podría traer mayores presiones a las que ya existen en el mercado cambiario. Más inflación, menos ingresos y mayor pobreza son la contracara.