Con la tasa de Riesgo País al borde los 1.900 puntos todas las miradas, del gobierno, de la oposición y del mercado financiero, estarán puestas en la reunión que este mediodía mantendrá el canciller Santiago Cafiero con su par de los Estados Unidos, Antony Blinken, para dialogar, entre otros temas, sobre las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Será a la hora del almuerzo, las 13.00 y del otro lado de la mesa de la oficina principal del edificio "Harry S. Truman" -sede del Departamento de Estado norteamericano, ubicado a pocos metros de la Casa Blanca. 

La misión de Cafiero es avanzar en la búsqueda de apoyo para que Estados Unidos apruebe refinanciar la deuda de US$ 40.952 millones que Argentina mantiene con el Fondo Monetario Internacional, antes del 21 de marzo, cuando el gobierno deba pagarle US$ 2.800 millones a ese organismo, y otros US$ 2.300 millones al Club de París. 

Claro que Cafiero no llega con las “manos vacías” para hablar de economía a esa reunión. Según detalló el último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) el Gobierno dispuso un ajuste de casi $225.000 millones a través de la “Decisión Administrativa 4”, por la cual distribuyó los recursos y los créditos correspondiente a la prórroga del Presupuesto 2021, luego de que el Congreso rechazara en diciembre pasado el proyecto. 

Además, en el último mes, el Banco Central aumentó el ritmo de devaluación diaria para reducir la brecha del 100% entre el oficial y cualquiera de los financieros, a la vez que aumentó la tasa de interés, para contener la inflación y que los pesos excedentes se vuelquen al dólar. Todas medidas que pide el FMI. 

Si bien el ministro de Economía Martín Guzmán, no detalló cuáles son las exigencias, las versiones hablan del pedido de “reformas estructurales” del FMI y que se acelere la reducción del déficit fiscal, a 2 puntos del PBI para este año, 1 punto en el 2023, y llegar al equilibrio fiscal en el 2024, en lugar del 2026 como planteó el titular del Palacio de Hacienda. 

Política exterior y relación con el Fondo: gobierno y mercado esperan noticias de Cafiero desde Washington

Lo que no se sabe es qué pasará con la deuda interna generada a través de las colocaciones de Letras y Pases del Banco Central que aumentó a US$ 40.000 millones en los últimos dos años. 

En el 2018, cuando el entonces presidente Mauricio Macri firmó el préstamo original por US$ 57.000 millones, de los que se desembolsaron US$ 45.000, una de las exigencias del FMI fue desarmar la deuda en Lebacs que venía manteniendo el BCRA, lo que derivo, entre otras cosas, en una presión que hizo subir el dólar.  

El último contacto que tuvo Guzmán con el staff del Fondo fue la semana pasada cuando junto al secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, habló sobre el nuevo acuerdo de precios alcanzado con un centenar de empresas para morigerar la inflación, que el año pasado alcanzó al 50,9%. Lo malo es que, para este año, las consultoras estimaron en 54,8% la suba de precios, y algunos análisis, como el caso de Equilibra, la situación en 85% si no llega a haber acuerdo. 

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Guzmán quiere un período de al menos tres años, hasta el 2026, en el que Argentina pague “el mínimo interés posible” y lograr un superávit fiscal recién en el 2027 para ir pagando el capital que se le adeuda al organismo. Además, busca que el Fondo le “devuelva” los US$ 4.400 millones que le otorgó el año pasado en concepto de ayuda extraordinaria para enfrentar el Covid-19 y que el Gobierno utilizó para pagar la deuda con el organismo. 

Sin embargo, la postura de los Estados Unidos quedó de manifiesto por su embajador ante Argentina, Marc Stanley, quien consideró que el país está pasando por "importantes desafíos económicos" y reclamó un plan económico para avanzar con el FMI. 

"Argentina es la tercera economía más grande de América Latina, pero tiene una larga historia de inestabilidad económica ha afectado su productividad y competitividad. Argentina ha estado en recesión desde 2018, y su gobierno debe construir un marco de política macroeconómica que lo ponga en el camino hacia la sostenibilidad financiera", destacó el enviado de Biden al país en el Senado de los Estados Unidos al describir la economía local.