Standard & Poor’s informó hoy que elevó el grado de la deuda soberana local y sacó a Argentina de la calificación de 'default selectivo' en el que había caído a mediados de mayo pasado, luego de haber restructurado más de US$ 100.000 millones de deuda con los privados.

Sin embargo, la calificadora de riesgo crediticio adelantó que volverá a cambiar esa calificación, para bien o para mal, según el Gobierno logre avanzar en la reducción de su déficit fiscal, y alcance un acuerdo para renegociar los US$ 44.000 millones que le adeuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).

S&P elevó la calificación de Argentina a 'CCC+' desde la anterior de “default selectivo ('SD') luego de haber restructurado US$ 65.300 millones de deuda emitida bajo ley extranjera y otros US$ 41.000 millones en títulos bajo legislación local.

Estas operaciones implican “una disminución significativa en cupones y alivio al servicio de deuda en los próximos tres años que proporciona un importante espacio fiscal”, destacó S&P a través de un comunicado.

Para la calificadora, este alivio en los pagos hasta el 2024 “brinda la oportunidad al Gobierno de elaborar un plan más amplio para abordar los diversos desafíos macroeconómicos posteriores a la pandemia, negociar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y trabajar para resolver los atrasos con el Club de París”.

El informe también apuntó a “los desafíos macroeconómicos restantes” que debe enfrentar el Gobierno, como son “la elevada inflación, bajo crecimiento, grandes desequilibrios fiscales estructurales, elevadas necesidades de financiamiento y presión persistente en los mercados de divisas”.

Con el cierre de la compleja reestructuración, “esperamos que el Gobierno dirija completamente su enfoque hacia iniciativas para impulsar el crecimiento, reducir la inflación, financiar un déficit fiscal todavía alto y manejar las presiones cambiarias”, entre las varias distorsiones macroeconómicas que prevalecen. 

El gobierno acaba de iniciar conversaciones con el FMI para un Acuerdo Stand By revisado (u otro programa) de cara al vencimiento de importantes pagos al fondo a partir de 2021. 

“Este diálogo brinda la oportunidad de diseñar una estrategia económica general y de acercarse también a la liquidación de los atrasos con el Club de París de los acreedores bilaterales”, agregó el comunicado.

No obstante “podríamos bajar las calificaciones en los siguientes 12 meses si eventos políticos negativos inesperados afectan las expectativas de recuperación económica y de cierta reversión en el deterioro fiscal en 2020”. 

Este escenario “podría dañar la frágil confianza de los inversionistas locales en particular y obstaculizar el acceso a los mercados de deuda denominada en pesos”. 

Además, podría exacerbar aún más “la posibilidad de recurrir al financiamiento del banco central ante una dinámica desafiante de inflación, que ya es alta, y derivar en una baja de calificaciones”, advirtió S&P.