La brecha cambiaria nunca se fue, pero ahora volvió al centro de la escena. El ministro de Economía, Sergio Massa, festejaba hace algunas semanas la baja en el dólar blue y los financieros. La dolarización de los exportadores renovó los ruidos en el mercado cambiario que se había calmado con la llegada del tigrense al Gabinete. Además expuso la interna con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce. Cada vez falta menos para el Mundial y las vacaciones de verano: el equipo económico analiza medidas para un “dólar Qatar” pero por ahora ninguna convence.

La diferencia entre las cotizaciones oficiales del dólar y sus paralelos del mercado es una de las máximas preocupaciones del Ministerio de Economía, por sus efectos en la estabilidad, las expectativas de devaluación y la inflación. Luego de tocar el 158%, durante la gestión de Silvina Batakis y la crisis política del Gobierno, la llegada de Massa le puso un freno.

La decisión de permitir un “dólar soja” terminó con un traspaso de los pesos emitidos a los mercados del tipo de cambio “MEP”, por el cual uno puede hacerse de divisas comprando y vendiendo bonos, y al CCL, que se usa para que las empresas giren dólares a una cuenta en el exterior. Ambos acumularon importantes subas en las últimas semanas, mientras que ayer cerraron en $294,44 y $302,9, respectivamente. El blue subió $8 para finalizar en $288. 

En tanto, el dólar oficial mayorista que se utiliza para pagar importaciones y cobrar exportaciones se vendió en $144,64. La brecha terminó en 98% con el blue, 109% con el CCL y casi 98% con el MEP.

Este proceso de “recalentamiento” del mercado cambiario fue objeto de discusión en el Gobierno. Pesce prohibió el acceso a divisas para quienes se beneficiaron del “dólar soja”, pero a pedido de Massa tuvo que excluir a las personas físicas. En Economía no disimularon el descontento con el BCRA por “excederse” con la medida sin previa consulta pero sostienen que es algo “chiquito en comparación a otros problemas”.

El desafío de las reservas

De todas formas, el desafío más duro que tiene el Gobierno es el de las reservas. El diagnóstico del equipo económico es que la escasez en las arcas del BCRA mete ruido en la economía y genera incertidumbre. La aplicación de un tipo de cambio diferencial para los exportadores fue para aliviar ese frente pero también para convencer al FMI que hay más que solo intenciones de cumplir las metas previstas en el acuerdo.

La autoridad monetaria, en coincidencia con Economía, viene anunciando cada vez más restricciones para acceder a dólar “ahorro” o al mercado de cambios: todos aquellos que tienen una tarifa subsidiada en los servicios de luz, gas y agua, por caso. Ya se había extendido hasta diciembre el endurecimiento de acceso a divisas que aplicó “por 90 días” Guzmán los últimos días de junio antes de su salida del Palacio de Hacienda.

En este marco se da la discusión por un “Dólar Qatar” de cara al mundial y las vacaciones. Argentina es el país que más entradas compró en Sudamérica (octavo en el mundo) para ver “la copa del mundo” y se espera que la selección se sienta local en el país árabe. Habrá una fuerte salida de divisas a través de “dólar turista o tarjeta” ($264,67) que es el oficial más el 30% de impuesto PAIS y el 45% deducible de Ganancias y Bienes Personales.

Los últimos datos disponibles dan cuenta que se consumieron con dólar tarjeta US$ 1.709 millones en los primeros ocho meses del año, casi triplicando los US$ 602 millones del mismo período del 2021. Allí radica la preocupación del BCRA y el Ministerio de Economía. También de las cámaras empresarias, en particular las industriales, que pidieron en las últimas semanas medidas para “priorizar” las divisas para importar insumos que sirvan para la producción. 

El "dólar Qatar" por ahora no convence

De las tres medidas que acercaron a Sergio Massa ninguna termina de convencerlo, tal como repitió en los últimos días ante sus funcionarios. “Al día de hoy trabajamos en un régimen que privilegio a la hora de garantizar el pago a las importaciones para sostener la utilización de la capacidad instalada industrial en 67,5% como tenemos hoy”, contaba una fuente importante de Economía.

“Las iniciativas que trajeron tienen una mirada sectorial, pero hay que evaluarlas globalmente. Si encarecemos el dólar para hacer el tipo de cambio “Qatar” qué hacés con los que consumen Netflix, Spotify, los que tienen sistema de pagos de medicamentos”, repiten en el quinto piso del Palacio de Hacienda.  

La primera idea que le llegó a Massa fue subir nuevamente la retención de Afip del 45% al 55%, pero el problema está en que el dinero que entraría al fisco es un anticipo que luego se devuelve a los contribuyentes. “Desde el punto de vista fiscal es un suicidio”, afirman en el equipo económico.

La idea de unificar esa cotización con el MEP tampoco convenció a Massa, según le transmite a sus funcionarios. “Si hacemos eso tenemos una disparada mayor en el MEP, con más brecha y caída del Impuesto PAIS. ¿Quién pone la plata que dejamos de recaudar y que va al Pami o a la Anses?”, explican. Otra propuesta, muy tibia por el momento, es sumar un cupo aunque eso podría recalentar la brecha con el blue y al mismo tiempo tener un bajo impacto.