Mientras en el país comienzan a repuntar los casos de coronavirus de manera preocupante, la imagen que devuelve el resto del mundo no es más alentadora. En Europa hay alerta por el incremento exponencial de los contagios y en varios países ya hay predominancia de la variante Ómicron. También empieza a crecer la alarma en medio oriente.

En este sentido, en las últimas horas se confirmó la circulación comunitaria en Israel y ha provocado un aumento de la tasa de contagios, dijo hoy el primer ministro Naftali Bennett, que instó a los habitantes a vacunarse. También hoy, el Ministerio de Salud recomendó al Gobierno agregar otros diez países a la lista de destinos prohibidos ante el incremento de infecciones por la nueva variante, informada por primera vez por Sudáfrica el 24 de noviembre último, informó la prensa.

"Se tiene que entender que la protección nacional y colectiva que provee el Estado no es suficiente", advirtió Bennett a sus ministros en el inicio de una reunión de gabinete transmitido por televisión. "Todos los ciudadanos deben cuidarse a sí mismos, sus familias e hijos y vacunarse sin demora contra la Covid-19”, agregó.

Cabe recordar que Israel ha llevado a cabo de una de las campañas de vacunación contra el coronavirus más amplias del mundo, tanto que ya más de 4,1 de los 9,3 millones de habitantes han recibido una tercera dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech.

El Ministerio de Salud ha informado de al menos 134 casos de la variante Ómicron del virus desde su descubrimiento a nivel mundial a fines del mes pasado. Al respecto, Israel impuso un virtual cierre de sus fronteras internacionales luego de la aparición de la variante. Los extranjeros tienen el ingreso prohibido y los israelíes que lleguen desde otro país deben hacer cuarentena, incluyendo los vacunados.

La complicada situación en Europa

Por el incremento de casos, en Paises Bajos comenzará un confinamiento desde este domingo, anunció ayer el primer ministro Mark Rutte. Todos los comercios no esenciales, restaurantes, bares, cines, museos y teatros deberán cerrar hasta el 14 de enero.

En tanto, en el Reino Unido, que registró por tercer día consecutivo un récord de contagios (93.045 casos), el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo estar “muy preocupado” por la propagación de ómicron y puso en marcha un procedimiento de alerta para coordinar los servicios públicos.

En Francia, el gobierno pidió a las alcaldías cancelar los conciertos y fuegos artificiales previstos para la noche de Año Nuevo. En París, se anunció este sábado la anulación de celebraciones en los Campos Elíseos.

Asimismo, en Irlanda, los bares y restaurantes deberán cerrar a las 20:00 a partir del domingo, y la medida se mantendrá hasta finales de enero. Y Dinamarca va a cerrar durante un mes (a partir del domingo) los teatros, cines y salas de concierto, así como parques de atracciones y museos.

En Suiza, a partir del lunes, solo personas vacunadas o recuperadas del virus tendrán acceso a restaurantes, sitios culturales e instalaciones deportivas y de diversión, además de cualquier evento en interiores. Francia aplicará una política similar a inicios del próximo año, y ya no bastará con un simple test negativo, como hacían hasta ahora las personas no vacunadas.