El Presidente de la Nación Alberto Fernández se reunió con el comité de expertos para analizar cómo seguir en la próxima cuarentena, luego de los alarmantes casos del último reporte vespertino. Según pudo saber Data Clave, más allá de la preocupación por los casos, la intención es avanzar hacia una Fase 3 en el AMBA.

Los contagios no bajan a horas de la nueva cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Hasta el último informe de casos, las autoridades de la Nación, la Ciudad y la Provincia estaban encaminadas a una salida coordinada y progresiva, pero los 4.250 casos y las 82 muertes en 24 horas impactaron fuerte en el entorno del Presidente. Sin embargo, las cifras no detendrían la idea inicial de volver a la fase anterior.

Estuvieron en la asamblea la embajadora especial de la OMS/OPS para América Latina y el Caribe, Mirta Roses, y los especialistas Pedro Cahn, Ángela Spagnuolo de Gentile, Gustavo Lopardo, Pablo Bonvehi y Javier Farina. Por el lado del Gobierno participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Salud, Ginés Gonzáles García, y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti. También asistieron los secretarios de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y general de la Presidencia, Julio Vitobello.

Fuentes del círculo chico de Alberto Fernández dijeron esta mañana a Data Clave que el hartazgo social fue una variable clave a la hora de elegir avanzar y no volver a endurecer, pese a la situación epidemiológica. Con casi la totalidad de las medidas más rígidas de aislamiento realizadas y a 24 horas del nuevo anuncio, la circulación del virus parece extenderse y genera preocupación. “Hay que tomar una decisión de aflojar, pero los números no acompañan”, cuentan desde el entorno del presidente.

El miércoles hubo reuniones frenéticas en Olivos. A los encuentros previstos se sumaron las últimas estadísticas que hicieron que las conversaciones tuvieran una prórroga. En el Gobierno confiesan a Data Clave: “Vamos a tener que liberar por una cuestión social pero no nos acompaña la situación epidemiológica”.

El comité de expertos también tomó nota. En las últimas horas, trascendió que a diferencia de etapas anteriores, en este caso no había unanimidad en cuanto a la recomendación de flexibilizar. 

Esta mañana Tomás Orduna, uno de los infectólogos que aconseja al gobierno, dijo que “a todos nos abofetearon los números”, y manifestó que si bien la determinación política sigue siendo avanzar y desarmar la cuarentena estricta, restan definir los detalles de cómo se implementará. Asimismo, explicó que el punto clave sigue siendo el número de unidades de terapia intensiva disponibles: “Que las camas aguanten y que haya lugares”.

En Nación piensan por estas horas que hay que fortalecer la idea de la responsabilidad individual. Conscientes de que el pico de la curva llega en un momento de agobio generalizado y de fuerte impacto económico, creen que no hay margen para endurecer el confinamiento. Hoy, más reuniones; mañana, los anuncios. La fase 3 es prácticamente un hecho.